Para el oficialismo, el nuevo régimen del monotributo tiene dos aspectos claves: la recategorización y el aumento en el componente previsional y para las obras sociales. En relación al primer caso, el proyecto del Ejecutivo eleva hasta 200.000 pesos el tope de ingresos brutos para las actividades de locación o prestación de servicios y hasta 300.000 pesos para el resto de las actividades. En este punto hubo coincidencias entre el kirchnerismo y la oposición.
El proyecto que la Cámara baja ya giró al Senado obtuvo 114 votos a favor y 47 en contra.
La iniciativa tiene dos ejes en los que modifica al monotributo: por una parte, eleva de 72.000 a 200.000 pesos el máximo de facturación anual para el monotributo por locación de servicios y 144.000 a 300.000 pesos el de otras actividades. Por el otro, aumentan las sumas fijas del aporte jubilatorio (de $ 35 a $ 110) y de la obra social (sube de 46,75 a $ 70), que se mantenían sin cambios desde el año 2000.
Como la parte impositiva del monotributo se deja sin cambios, el aumento de las sumas fijas tiene un impacto significativamente mayor en las categorías más bajas. Pero además, el kirchnerismo realizó un cambio de último momento con el que aseguró estar haciendo lugar a un pedido de la oposición: la categoría más baja del régimen (la de los que facturan hasta 12.000 pesos anuales) fue eliminada y unificada con la segunda (hasta 24.000 pesos anuales).
Así, si el Senado convierte en ley lo que ya aprobó Diputados, los que hoy declaran facturar hasta 12.000 pesos pasaran de pagar 114,75 a 219 pesos por mes, lo que representa un aumento del 90,85%. Para los que hoy facturan hasta 24.000, el monto va de 120,75 a 219 (un incremento del 81,37%). Entre esas dos categorías hay 700.000 inscriptos, del total de 1.100.000 que tiene el régimen.
Por la extensión de los montos que admite el sistema, se calcula que habría unos 400.000 autónomos que pasarían a ser monotributistas. El proyecto aprobado establece para las escalas que van de $ 200.000 a $ 235.000 anuales la condición adicional de contar como mínimo con un empleado en relación de dependencia, mientras que las de 235.000 a 270.000, deberán tener dos empleados y las más altas, al menos tres.
El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el kirchnerista Gustavo Marconato, sostuvo que «casi cuatro millones de argentinos resultarán beneficiados» por la modificación del régimen que, afirmó, permitirá «un acceso directo a una prestación social y a una jubilación» para esos contribuyentes. En realidad, hoy ya pagaban aportes jubilatorios y obra social, aunque ahora pagarán más por ello (algo que reclamaban, entre otros, los sindicatos a los que pertenecen esas obras sociales).
Claudio Lozano evaluó que el resultado de los cambios al régimen actual será «la acentuación de la regresividad» y sostuvo que la modificación no se adecua a la situación social de la Argentina de hoy.
El proyecto vuelve a aclarar que el Monotributo no es incompatible con actividades en relación de dependencia ni con las jubilaciones. Los que trabajan en relación de dependencia, solo pagan el componente impositivo porque ya aportan a la obra social y al sistema jubilatorio, y los jubilados no pagan el aporte de Salud porque ya contribuyen al PAMI.
La apuesta del Gobierno es que el nuevo régimen se apruebe rápidamente y entre en vigencia a partir del 1° de enero de 2010.
