De acuerdo a la versión que les habría transmitido la víctima a sus familiares, los depravados –que también sufrirían alguna alteración psíquica– llevaron al menor a la casilla rodante donde vivían, en inmediaciones de la terminal de Maciá, y allí abusaron de él luego de darle bebidas alcohólicas.
Tras conocerse lo sucedido, y frente a la presunta inacción de la justicia y la policía, la familia de la víctima promovió una movilización hacia la sede de la fuerza de seguridad reclamando el esclarecimiento del hecho.
Mientras se manifestaban frente a la comisaría, alguien comentó que había visto a uno de los supuestos abusadores caminando a pocas cuadras de allí, y eso desencadenó una reacción violenta e inesperada.
Algunas personas salieron a la caza del abusador y luego de interceptarlo lo golpearon ferozmente. Hasta que la policía “se los sacó de las manos”.
La cosa no terminó allí. Minutos más tarde, la casilla donde habitaban los supuestos abusadores apareció incendiada, mientras la gente seguía manifestándose: primero frente a la comisaría y luego también frente a la casa del intendente Ricardo Troncoso, según publicó El Pueblo.
Recién esta mañana temprano –la movilización se disolvió recién a las 5.30 del martes–, el hombre fue trasladado a la jefatura departamental, en la ciudad de Rosario del Tala.
