Ninguno de los tres integrantes de la conducción de la Confederación General del Trabajo adelantó la fecha de una eventual huelga nacional y supeditaron la medida a que el Gobierno modifique la política económica y social vigente. La actitud generó la furia de los manifestantes que exigían luego de tanto tiempo, una fecha cierta del paro. El acto terminó de forma caótica cuando los asistentes a la marcha coparon el palco al grito de “paro general”.
Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, los tres oradores que tuvo el acto, coincidieron en marcar que llamarían a un paro general para los últimos días de marzo o los primeros de abril, pero evitaron dar una fecha concreta.
Puras palabras y así lo entendieron los trabajadores que saltaron la valla y corrienron a uno de ellos, Acuña quien logró zafar luego de tocar varios timbres y que un vehículo lo subiera y lo zafara del tumulto.
“Basta de manoseo”, arrancó Acuña, quien enseguida destacó la voluntad de diálogo de la Confederación General del Trabajo, afirmación que provocó los primeros silbidos del acto.
Schmid se preguntó también “dónde está la política de inversiones, si en las importaciones, en los capitales especulativas, en las facilidades para ir de compras a Chile”, y advirtió que “la falta de acción (oficial) golpea a los más desprotegidos y se manifiesta en despidos y vacaciones adelantadas”. Por último, reconoció que “la inflación está bajando a costa de los trabajadores”, y denunció que “se quebró la confianza”.
El último de los oradores, Héctor Daer, dijo que “vinimos hasta acá a decirle (al Gobierno) que si no hay rectificaciones, habrá paro, pero tiene que ser acompañado por todos los sectores de la sociedad”, afirmación que ante la falta de definición de la fecha de la medida de fuerza provocó nuevos silbidos entre los manifestantes, quienes al grito de “paro ya” entorpecieron la salida de los dirigentes del palco principal.
MASSA RESPONSABLE DEL ACUERDISMO
Massa que, como era de esperar no estuvo en el acto, aparece como el principal estratega de la no convocatoria al paro. Es que, mientras más se complique el panorama la confrontación favorece claramente a la única dirigente decididamente opositora, esto es, Cristina Fernández de Kirchner que, a varios meses de las elecciones aparece como clara ganadora de la contienda. Esa situación dejaría a Massa fuera de juego, lo cual lo preocupa sobremanera por lo que exige a la CGT no confrontar.