Ayer, tres técnicos del Equipo Argentino de Antropología Forense y un perito de la Corte Suprema de Justicia, hallaron en la segunda jornada de excavaciones en el cementerio San Francisco Solano, sepulturas ubicadas en un segundo nivel, debajo de las que aparecían en los registros oficiales.
Los trabajos se desarrollaron en medio de una fuerte custodia de efectivos de Gendarmería Nacional y atentamente controlados por los peritos de parte de los militares acusados de tener alguna responsabilidad en los fusilamientos.
Este hallazgo había sido tenido en cuenta como probable por los especialistas, a partir de los relatos de ex empleados del cementerio. Éstos no recordaban haber exhumado en muchos años restos que habían sido destinados al osario común, tal como figuran en los libros que fue el destino de Luis Díaz y de un NN masculino y otro femenino.
Ayer, después de retirados los restos de los primeros hallazgos, los antropólogos continuaron cavando hasta descubrir, apenas centímetros más abajo, a menos de un metro de profundidad, nuevos esqueletos y comenzaron a alimentarse las expectativas acerca de sus identidades.
Los restos en la tumba de Díaz no se encuentran en buen estado de conservación, fundamentalmente el cráneo. De todas formas, los especialistas aseguran que los elementos que fueron descubiertos hasta el momento serían más que suficientes para lograr su identificación, incluso sin la necesidad de un examen de ADN.
De todos modos, y para evitar cualquier riesgo de daño o pérdida de material, los especialistas decidieron levantar del terreno algunas partes óseas emblocadas en el suelo que las contiene para ser sometidas a rayos X que permitan su extracción sin riesgos.
A la espera de la identificación
También fueron hallados los restos de un hombre que podría ser uno de los fusilados en Margarita Belén. Tanto en este caso como en el de los restos de la sepultura de Díaz, las piezas dentarias se encuentran bien conservadas, lo que facilitaría la tarea de identificación.
En tanto, Gustavo y María Luz Piérola esperan la extracción de los restos descubiertos, fundamentalmente los del NN masculino. Existen posibilidades de que correspondan a los de su hermano Fernando, uno de los fusilados en la masacre de Margarita Belén y que fuera declarado prófugo por las autoridades militares el mismo 13 de diciembre de 1976.
Enterrados en cajones
Si bien el tiempo transcurrido no permite que se encuentren restos de tablas de los féretros, se hallaron clavos que pudieron pertenecer a los mismos. Este detalle respalda las declaraciones de los sepultureros que aseveraron que los cajones eran de pésima calidad.
Durante la jornada de hoy, los antropólogos continuarán las excavaciones, en procura de determinar si existen más entierros en niveles aún inferiores. Estas definiciones determinarán el fin de la tarea o la necesidad de continuar explorando en las dos fosas abiertas. En cuanto se termine la exploración en alguna de ellas, será abierta la tercera, donde fue sepultado el NN femenino, encima del cual reposan restos de un hombre.