Luego de efectuar un análisis de ambas cifras, el director de Tránsito concluyó que el casco se lo utiliza en los lugares donde se realizan operativos de tránsito por temor de los motociclistas que se les secuestre el rodado. “Cuando tengamos un porcentaje similar, ahí podemos estar hablando de hábito”, señaló al programa radial “Despertá con nosotros” (FM Activa).
Para armonizar ambas cifras, Varela sostuvo que ya intensifican los operativos en la zona céntrica. “Los hemos hecho el viernes, los hemos hecho el sábado, los vamos a hacer los días de semana siguiendo un trabajo constante y pausado”, adelantó.
Varela aseguró que la labor de Tránsito no debe medirse por la cantidad de motos que se secuestra o la totalidad de las actas que se labran. “Creo que no es el parámetro correcto”, acotó. En cambio, apuntó que se debe medir el resultado que “se ve en la calle”.
En los operativos también se utiliza el alcoholímetro, para detectar a quienes conducen en estado de ebriedad. “Se están labrando algunas actas, tres o cuatro por noche de fin de semana en cuanto a excesos en el consumo de alcohol”, expresó. Varela dijo que no han encontrado forma de medir si los controles de alcoholemia están “dando algún resultado”.
Respecto de las nuevas oficinas donde se encuentra Tránsito (en el ex-policlínico ferroviario), el encargado aseguró que los inspectores no han mencionado tener que padecer “grandes incomodidades”. “Si tenemos incomodidades con el secuestro de los vehículos secuestrados”, confirmó. Debido a que no han terminado de reacondicionar un galpón ubicado en calle Carriego expresamente destinado al almacenamiento de motos secuestradas, se utiliza una oficina del ex-policlínico.