Más de 60.000 personas han muerto en las cárceles de Siria por torturas, falta de alimentos y medicinas desde marzo de 2011, cuando comenzó el conflicto armado que azota al país árabe, informó este sábado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres.
El OSDH explicó que accedió a la información por una filtración de los servicios de seguridad del gobierno sirio y señaló que ha podido documentar con nombre y apellido un total de 14.456 casos de detenidos fallecidos, entre ellos 110 menores de 18 años y 53 mujeres.
Según la ONG, las autoridades sirias han entregado algunos de los cadáveres a los familiares, mientras que a otros sólo se les informó de la muerte y se les indicó que tramiten los certificados de defunción.
El Observatorio agregó que algunas familias de los fallecidos por tortura fueron obligadas a firmar documentos en los que denuncian que sus familiares fueron asesinados por facciones armadas opositoras; y agrega que también hay familiares de víctimas de tortura que no han realizado la denuncia por temor a ser arrestados.
Calificando de "impactantes y horribles" estas cifras, la ONG instó a la comunidad internacional, especialmente a la ONU, a intervenir inmediatamente para solicitar al gobierno que libere a los presos, unos 200.000, al tiempo que solicitó la creación de un tribunal para juzgar a los verdugos.
Por último, el Observatorio alentó al enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, a incluir este asunto humanitario en las negociaciones de paz que se están llevando a cabo en Ginebra entre las facciones opositoras y el gobierno desde febrero pasado.
