Las cifras marcan que en 2004, hubo 859 altas y 235 bajas. En 2005, 890 altas y 36 bajas. En 2006, 954 altas y 46 bajas. En 2007, 842 altas y 247 bajas. En 2008, 1402 altas y 368 bajas y en 2009, 1009 altas y 458 bajas. No obstante, hay que aclarar que no todas las altas son nuevos comercios. De hecho, una proporción de las mismas (42 en 2004, 45 en 2005, 103 en 2006, 54 en 2007, 160 en 2008 y 203 en 2009) fueron constataciones de los inspectores de comercios que no estaban inscriptos. Por lo que se trata de negocios que estaban funcionando con anterioridad. Asimismo, hay que aclarar que en algunos casos también hay altas que son ni más ni menos que el cambio de propietario del negocio. En consecuencia, tampoco se trata de un comercio nuevo.
Labriola sostuvo que ha habido un crecimiento sostenido por lo menos en los últimos cinco años. Incluso, manifestó que el crecimiento fue generado por dos motivos. “Uno por la propia evolución de la economía. Evidentemente eso ha generado nuevas actividades; nuevos comercios que se han incorporado. Y también por el control y la fiscalización por entrecruzamiento de datos y detección de comercios que no han hecho la habilitación en tiempo y forma”, indicó.
En las estadísticas hay todo tipo de comercios de distintas magnitudes. “Lo que sí por ahí uno ve es que eso ha seguido el crecimiento económico que uno nota en la recaudación”, indicó Labriola. “Si uno tiene en cuenta lo que ha sido la recaudación de Higiene en el último año ve que se ha incrementado más de un 20 % respecto al año anterior y ese año casi un porcentaje casi parecido al anterior”, manifestó. Incluso, el crecimiento ha superado a los parámetros esperables por efecto de la inflación. “Tanto parámetros oficiales como los privados”, indicó.
La mejora de la recaudación propia es un buen parámetro para el municipio porque le permite manejarse con mayor grado de independencia de la llegada de fondos coparticipables. “Desde el inicio de gestión hasta ahora hemos revertido los porcentajes”, manifestó el titular de Hacienda. A fines de 2007, el porcentaje de recursos propios (incluye todas las tasas que cobra el municipio) era del 48 % y un 52 % de coparticipación provincial y nacional. “En el último año hubo una inversión de esos porcentajes. Es decir, 52 % de tasas propias y 48 % de coparticipación”
Asimismo, Labriola sostuvo que: “uno aspiraría a que ese porcentaje, para propender lógicamente a una autonomía sin estar atado a los vaivenes que se pueden dar en los otros estamentos del Estado, sea superior”. No obstante, admitió que hay que tener en cuenta que las posibilidades de la obtención de recursos por parte del municipio es limitada y está acotado por lo que establece la Constitución”. Aunque no hacía falta, el funcionario descartó de plano la creación de nuevas tasas.
“Evidentemente esta visto en estos últimos años un crecimiento de la economía. Eso se refleja claramente en el número de comercios habilitados y en la diferencia entre los comercios habilitados y las bajas”, redondeó. “Las diferencias son significativas y por el otro lado, en la recaudación misma uno hace una comparación. Si el crecimiento que se viene dando en la tasa de Higiene es parecido o con la misma tendencia que se da en el Impuesto a los Ingresos Brutos de la Provincia y en el IVA que son variables que responden a la actividad económica en forma directa. Y nosotros vemos que los incrementos de Higiene han sido en el mismo sentido que Ingresos Brutos y en algunos casos con un porcentual mayor”, señaló.
Incertidumbre en la plaza
Eliana es empleada de un comercio de ropa femenina que funciona en los locales nuevos ubicados debajo del edificio construido recientemente en la esquina de Catamarca y Urquiza. El negocio abrió sus puertas hace un año y medio y ella comenzó a trabajar en octubre. Consultada sobre el movimiento económico, admite que no es mucho. Entre las razones, señaló que la ubicación no es la mejor debido a que la gente no suele caminar por Urquiza sino transitar en auto y que quienes vienen caminando por Catamarca no suele doblar en Urquiza. Si faltaba algo más, confesó que ya le avisaron que se iba a quedar sin empleo a fin de abril.
Graciela es la propietaria de una boutique que funciona por Catamarca, a pocos metros de Urquiza. Hace dos años que comenzó a funcionar y admite que durante ese tiempo hubo un antes y un después de “la crisis del campo”. El consumo se cayó literalmente desde aquel entonces y nunca volvió a tener la dinámica de los años previos. Ahora admitió que “marcha por los uruguayos”. “Y si, a ellos les conviene el cambio y vienen y compran”, sostuvo. En cambio, los concordienses suelen reflexionar mucho más antes de abrir la billetera. Por último, dijo que podría mejorar el panorama con la reciente apertura de una rotisería ubicada enfrente por el previsible incremento de peatones por la zona.
Susana es la propietaria de un local de ropa para chicos que, al mismo tiempo, es una franquicia de una marca de primera línea. El negocio se instaló en octubre del año pasado y se encuentra por calle Alberdi, a media cuadra de la peatonal. Susana explicó que su local es uno de los pioneros en vender ropa de una sola marca. “Tenemos a precios de los shoppings de Buenos Aires”, indicó. Pero la modalidad fue adoptada rápidamente y ya abrieron varias franquicias de marcas de calidad.
Consultada sobre el movimiento comercial, admite que no es el mejor momento para el comercio. Y también suscribe la explicación consistente en que la “crisis del campo” planchó el consumo en la ciudad. Asimismo, comparte la apreciación respecto de que los uruguayos compran más que los argentinos. Y deja una impresión sobre una segmentación que se verifica en la peatonal. De la mitad para el sur, los alquileres son más baratos y viceversa. Son dos tramos que comienzan a diferenciarse entre sí. En la parte sur, es el efecto del “Mercado de Pulgas”, debido a que muchos comerciantes salieron de allí y comenzaron a alquilar en derredor de esa zona. “Ofrecen todo de La Salada”, indicó.