El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) es una organización de periodistas de todo el país que se formó en el año 2003 con el objeto de mejorar, dignificar y defender principios esenciales de esta profesión. Su última y más reciente medida en relación a este objetivo fue la confección de un Código de Ética Periodística refrendado por más de un centenar de periodistas de todo el país asociados a esta entidad. Fue en el marco de un Congreso, donde quedó refrendado este Código.
El Congreso además, resultó un ámbito propicio para recibir a periodistas del país y del exterior, de larga trayectoria y con una historia profesional digna de ser contada. Así, participaron como invitados Javier Restrepo con casi medio siglo de experiencia en el periodismo escrito y televisivo de su país, Colombia, un reconocido maestro en ética periodística y un disertante cuya calidad intelectual y calidez humana emocionaron a una sala repleta de calificada audiencia ; Jaime Abello Banfi, Director Ejecutivo de la “Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano” organización creada por iniciativa del escritor y periodista Gabriel García Marquez, su actual presidente.
También compartió ese escenario de debate, Rosental Calmon Alves, pionero y maestro del periodismo para Internet en América Latina, un brasilero cuya frescura es digna de un carioca y el despliegue de sus conocimientos hasta tenía ritmo de samba. Actualmente es profesor y director de la cátedra de periodismo en la Universidad de Texas en Austin y también de la fundación de García Marquez y fue director (el primero) de la edición en Internet del Journal do Brasil.
Mónica González fue otra de las invitadas, periodista chilena con varios libros en su haber, corrida por el criminal régimen del dictador Augusto Pinochet y exiliada en Francia. Cuenta con varios premios, el último de la Fundación de “Gabo”, el genial escritor colombiano, en rigor, el primer premio de este tipo de la Fundación Nuevo Periodismo : “Homenaje a una vida”. Participó también, el mexicano José Buendía por cuyo segundo apellido zafo de ser confundido con la troup de Buendías de Gabo. Bien, José es Director Ejecutivo de la Fundación Prensa y Democracia y, como tal, formuló un valioso aporte a la ética periodística. También compartió esos dos días de congreso James Rowe Jr. Periodista del Washington Post hasta hace solo 5 meses y miembro honorario de FOPEA.
Entre los periodistas más conocidos del país, estuvieron Nelson Castro, quien realiza el flamante rol como defensor del lector en el diario Perfil y Jorge Lanata, de cuyo compromiso con la ética, el buen periodismo y la verdad no hay nada para decir, salvo su increíble aporte a la libertad de expresión y al respeto al derecho social a la información.
Como una muestra de los nuevos tiempos que se viven en el país, estuvo como invitado y fue, el flamante presidente de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Lorenzetti quien entre otras cosas dijo que ya es inexplicable el concepto de que “los jueces solo hablan por sus fallos” en esta nueva sociedad los jueces no pueden aislarse de la sociedad y lo hacen si niegan, ocultan o dificultan la información a la prensa y por tanto a la sociedad.
La cita no es textual pero es el espíritu de su mensaje que debiera ser aprendido cuanto antes por los jueces y funcionarios judiciales de nuestra provincia y en especial de nuestra ciudad, que, salvo raras excepciones, ocultan información que debiera ser pública, se niegan ante los llamados a su despacho y/o se esconden de la requisitoria periodística bajo argumentos falaces.
Los 5 valores éticos esenciales para este Código
1.- Los periodistas que integran FOPEA se comprometen a buscar la verdad, a resguardar su independencia y a dar un tratamiento honesto a la información.
2.- Son objetivos irrenunciables para el periodista, el rigor y la precisión en el manejo de datos con el fin de alcanzar una información completa, exacta y diversa. La distorsión deliberada jamás está permitida.
3.- Los valores esenciales de los periodistas que adhieren a este código son el respeto a los principios de la democracia, la honestidad, el pluralismo y la tolerancia.
4.- Las restricciones, presiones y amenazas forman parte del ejercicio periodístico cotidiano, pero ello no justifica ningún tipo de recurso prepotente ni ilegítimo para obtener información. El periodista debe evitar ejercer cualquier tipo de acoso.
5.- El buen gusto es un valor periodístico, por lo que la curiosidad escatológica, la estridencia innecesaria y la morbosidad son actitudes a evitar.
De Interés para el Ciudadano : lector, oyente, televidente
Todo esto tendría un interés muy relativo como nota periodística de interés general, si no se contara la preocupación de los fopeanos por los derechos ciudadanos en el sentido de establecer pautas e indicadores para “un periodismo de calidad”. En este punto, el mexicano Buendía contó la experiencia en su país y definió la “calidad”: es “responder cabalmente a los lectores” dijo y agregó que, la “prensa de calidad “debe contribuir a construir ciudadanía”. Enumeró como puntos a tener en cuenta, por ejemplo, la transparencia sobre el origen de la información y hasta los criterios para definir noticias. Habló también de la necesidad de fomentar la investigación periodística para evitar la oficial como única fuente, así como de la verificación y conceptualización de la información.
Apuntando en esta misma dirección, el Código de FOPEA instruye acerca de que los métodos para obtener información merecen ser conocidos por el público, que hay que ser respetuosos de las fuentes que solicitan el “off de record” y que la catadura moral del entrevistado no puede justificar su incumplimiento ; los periodistas no somos ni aplicamos métodos de servicios de inteligencia, no debemos afectar la intimidad de las personas ; cometemos plagio cuando copiamos trabajos sin mencionar a sus autores y es una falta grave, igual que hacer creer que es primicia un suceso noticioso descubierto por otro periodista.
La publicidad y la información deben estar claramente identificadas, las “publicotas” contravienen el principio elemental de caracterización. Jamás debemos prestarnos a realizar operaciones de prensa o aceptar pagos, dádivas o privilegio alguno a cambio de permitir que el dadivoso incida en la publicación. Los sobornos y la extorsión son faltas graves. La búsqueda de la excelencia es una constante en la vida del periodista, los periodistas servimos al interés público nunca a intereses personales o sectoriales y la información debe ser considerada un bien social. No debemos aceptar regalos que superen la suma de 30 dólares, tampoco viajes pagos por interesados y de aceptarse debe estar explicitado en la información. Es incompatible para un periodista desarrollar otra actividad que afecte la independencia y el derecho del público a ser informado con honestidad.
Reflexiones
No está demás decir que este congreso representa mucho para la profesión periodística y que la aparición de FOPEA es un desafío y un esfuerzo digno que necesita de nuestro compromiso y participación.
En Entre Ríos somos 5 o 6 los miembros de FOPEA y a ese Congreso fuimos, Tirso Fiorotto, Daniel Enz, Oscar Londero, Sandra Miguenz y yo, Claudio Gastaldi. Estamos de vuelta, regresamos a nuestra provincia, a nuestras ciudades, a una realidad que, como dijo Restrepo, necesita de utopías para ser mejorada.
Como corresponde la primer mejora debe iniciarse en casa, es decir, entre nosotros los periodistas, en primer lugar entre los periodistas y colaboradores de este diario y revista digital. De este código y congreso de ética surgen dos temas a resolver. Ambos son un problema de la inmensa mayoría de colegas del interior del país : En el artículo nº 20, el código aconseja : “los periodistas no deben participar de la negociación o tramitación de pautas publicitarias, tarea que esta a cargo de áreas comerciales…”. Todos los periodistas que trabajamos en este diario y revista digital negociamos pautas publicitarias, no tenemos aún áreas comerciales y la única manera de subsistir siendo independientes es vendiendo la publicidad que aparece en nuestra página. Esa publicidad sostiene este diario y permite que los que trabajamos en él podamos vivir lo más decorosamente posible. Nuestros lectores tienen sí, la garantía de que en este diario no se venden notas o publicotas ; la publicidad que cada uno de nosotros negocia está expuesta en la página, no aceptamos dinero por publicidad oculta ; tampoco cobramos por ignorar u ocultar informaciones, ni por participar de campañas de prensa. Es decir a nuestros lectores les ofrecemos diariamente un “tratamiento honesto de la información”.
Aunque no forme parte de este código, sí quedó expresado en este congreso al momento de abordar el tema “calidad”. En honor a esa calidad, las publicaciones deben alentar la investigación. Ocurre que, para investigar se necesitan recursos que no siempre se tienen. Nosotros hacemos investigaciones pero quizá no todas las que deberíamos. Es que, además de dinero las investigaciones demandan tiempo, mucho tiempo de trabajo y ese tiempo que se dedica a una eventual investigación o a una nota de fondo, se quita al trabajo diario.
Es un problema, pero nos comprometemos a seguir teniéndolo entre nuestras preocupaciones. De hecho, esta revista “Debate y Opinión” tiene que ver con la necesidad de responder a esa preocupación.
En relación a nuestro medio, a Concordia y a la provincia, los problemas a resolver revisten mayor gravedad. Aquí es habitual encontrar con que muchos de los que acceden a los medios carecen del más mínimo interés por ofrecer un periodismo de calidad, confrontan casi diariamente con comportamientos éticos elementales, participan de operatorias de prensa, cobran notas, cobran por publicidad que no dan a conocer a su publico, participan de burdas campañas de difamación. En fin, se venden al mejor postor. Un verdadero horror que, para extirparlo como práctica, hace falta del acompañamiento de la sociedad. Una sociedad que debe disponerse a valorar la verdad como un elemento esencial en la construcción de ciudadanía.