Martínez Garbino reclama que las FFAA. “ya mismo” controlen a los buques extranjeros

Martínez Garbino recordó que no fue necesario un conflicto bélico para perder el petróleo en la década del 90. Por lo tanto, instó a no perder ahora el agua. Por eso, cree conveniente apoyar los cambios que -según versiones periodísticas difundidas por medios nacionales- se proyectan en el área de Defensa. De confirmarse, las fuerzas armadas se avocarían a resguardar los recursos naturales del país, dijo Martínez Garbino.
El diputado nacional adelantó su respaldo a la preparación y capacitación de las instituciones relacionadas a la defensa nacional para cuidar de los recursos naturales del país, en especial las reservas de agua dulce.
El candidato a gobernador reclamó a los responsables de las áreas pertinentes a actuar ahora para evitar que los buques extraigan ilegalmente el agua. Es más, advirtió que conforme a la ley deben saber que si no lo hacen estarán incurriendo en el delito de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos.
La nota señala que hay estudios internacionales que proyectan que en el año 2025 la demanda de agua dulce será un cincuenta y seis por ciento (56%) superior que el suministro, y por lo tanto quienes posean agua «podrían ser blanco de un saqueo forzado».
Martínez Garbino también alertó sobre la apropiación territorial mediante la compra de tierras con recursos naturales, como ocurre en vastos sectores del sur del país. «No vaya a ser, como pasó con Gualeguaychú, que en el 2003 puso en conocimiento de todo el mundo sobre la instalación de pasteras en Fray Bentos, y nadie nos hizo caso «, añadió.
Mencionó que el Sistema Acuífero Guaraní cuenta con un volumen de 37.000 millones de metros cúbicos de agua dulce. Casi dos millones de kilómetros cuadrados componen el acuífero que ocupan vastas extensiones de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
También puntualizó que “nadie se imagina” a los país productores regalando o despilfarrando su petróleo. El candidato cree que en el país aún no se entiende que el agua dulce no es un bien ilimitado y que se trata un recurso estratégico que no puede ni debe despilfarrarse.
Por último, dedicó un párrafo a quienes descalificaron sus observaciones por haber alertado sobre el asunto. “La mejor demostración son los propios informes y reconocimientos oficiales. Les sugiero ahora que lean el informe del año 2006 de las Naciones Unidas sobre el recurso agua», les recomendó.

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