Los asaltantes, inmediatamente, maniataron de los pies y de los brazos con cintos a la mujer y la interrogaron pidiéndole les revelara donde tenía dinero. La mujer aseguraba que no tenía plata y por esto recibió algunos golpes. Los sujetos comenzaron a revolver la casa y luego de permanecer en al vivienda por unos pocos minutos, se fueron del mismo, llamativamente, sin llevarse ni un solo elemento de la misma.
La casa de la mujer queda en un sector de la Colonia cercano –enfrente prácticamente- de un dispensario de la zona. Luego de que los malhechores se dieron a la fuga, la mujer logró liberarse de sus ataduras con mucha dificultad, para conseguir ayuda con sus vecinos.
Según la descripción de la víctima, los dos asaltantes tenían entre 1,60 y 1,70 metros de altura y serían jóvenes, aunque no menores.