El polémico proyecto conceptúa a las aguas termales como “recurso geotérmico” y propicia la creación de un ente autárquico especializado.
Recordemos que el Foro Ecologista de Paraná advirtió sobre la “liviandad” de las argumentaciones esgrimidas por los legisladores –basadas en el desarrollo turístico y la generación de riquezas y empleo– dejando de lado cuestiones de importancia vital y estratégica como la provisión y acceso al recurso, en el mediano y largo plazo.
En tanto, ayer los diputados justicialistas elaboraron algunos cambios sobre el proyecto aprobado en comisión, los cuales serán introducidos en la sesión de mañana a las 11. Según Julio Aldaz (PJ) las modificaciones se harán “atendiendo las sugerencias que en los últimos días hicieron las comunidades termales, los ambientalistas, legisladores del justicialismo, asesores y técnicos de organismos provinciales como Turismo, Hidráulica y Medio Ambiente”.
El legislador aseguró que se refuerza en el texto la protección del medio ambiente –no estaría suficientemente claro en el proyecto original– y la necesidad de conservación del recurso. Además se bajó a tres la cantidad de integrantes del ente regulador –uno propuesto por las comunidades–, se explicitó que el agua es propiedad del Estado y las autorizaciones no se harán más por decreto sino por contrato de concesión; y el canon que se cobre se destinará financiar el funcionamiento del ente.