MALDESARROLLO: ‘Un crecimiento económico exponencial e ilimitado producen daños sistemáticos e irreversibles en el ecosistema’

DESARROLLO INSUSTENTABLE O MODELOS DE MALDESARROLLO

Maldesarrollo. La Argentina del extractivismo y el despojo (Katz Editores) es un libro de 425 páginas escrito por la socióloga Maristella Svampa y el abogado ambientalista Enrique Viale.

El libro dice en su prefacio: “Vivimos en una sociedad en la que los riesgos y las incertidumbres causados por la dinámica industrial y la opción por un crecimiento económico exponencial e ilimitado producen daños sistemáticos e irreversibles en el ecosistema, que afectan y amenazan las funciones vitales de la naturaleza y la reproducción de la vida. La conciencia cada vez mayor de los riesgos y la incertidumbre explica por qué aquellos debates y decisiones que antes estaban reservados exclusivamente a los técnicos y las burocracias especializadas, hoy adquieren un sentido social y político más amplio. Estos se convierten en debates y decisiones colectivas, que involucran no solo a especialistas, sino también a la población en general y, sobre todo, a las comunidades afectadas, que buscan abrir el espacio de participación ciudadana y hacer sentir su voz acerca de los impactos de técnicas y modelos de desarrollo.

En esta línea se insertan los debates sobre las consecuencias económicas, ambientales, sociosanitarias, culturales y políticas ligadas a la implementación masiva de los gigantescos emprendimientos de carácter extractivo, los grandes planes de infraestructura y los nuevos sistemas agrarios tendientes al monocultivo…”

 

SÓLO EN ENTRE RÍOS SE HAN DESMONTADO 100.000 HECTÁREAS

Cabe recapitular la entrevista radial que le realizará la Universidad Nacional de Cuyo, días atrás, a uno de los autores de Maldesarrollo en relación a la inundación que estamos sufriendo en el Litoral, Enrique Viale afirmó: “Los bosques nativos actúan como esponjas naturales, como reguladores hídricos. La naturaleza es sabia, por eso tiene sus valles de inundación, sabe que hay eventos climáticos extremos. Se encuentra preparada para regular con estos bosques y con los valles de inundación que van desapareciendo.

El proceso de sojización es mucho más complejo de lo que produce. El glifosato mata la microvida de los suelos, volviéndolos más permeables….

 Y estamos en un experimento masivo. No hay ninguna parte del planeta, salvo algunas regiones de Estados Unidos, que tengan este nivel de agronegocio como tiene esta parte del Cono Sur”.

Y agregó que: "Sólo en Entre Ríos se han desmontado 100.000 hectáreas".

 

AVANCE DEL DESMONTE Y LA EXPANSIÓN DE SOJA

En el capítulo 4 de Maldesarrollo se abocan a analizar “el proceso de la expansión de la soja, que ha reconfigurado por completo el sector agrario argentino. Este modelo multiactoral, que tiene un carácter complejo, trajo prosperidad a determinados actores sociales (grandes y medianos) y conllevó la exclusión de una profusa capa de pequeños y medianos productores que no lograron o no pudieron adaptarse a los nuevos tiempos. Trajo también una mayor concentración económica y, de modo acelerado, la tendencia al monocultivo de la soja y la expansión de las fronteras de explotación.

Con los años, ello se ha venido traduciendo en un mayor acaparamiento de tierras, el avance del desmonte y la consolidación de una lógica criminalizadora que se expresa cada vez más a través de desalojos rurales y asesinatos de campesinos e indígenas. Pero si en la frontera el modelo se expresa de modo más salvaje y brutal, en su corazón ya puede palparse el impacto socio-sanitario. Así, proponemos también reconstruir los hilos cada vez más visibles de esa trama que ha convertido a la Argentina en un enorme experimento masivo, vinculado a la utilización del glifosato y otros agroquímicos”.

 

LA FRACTURA HIDRÁULICA Y SUS RIESGOS AMBIENTALES: CONTAMINACIÓN DE AGUAS SUBTERRÁNEAS Y SUPERFICIALES

El gobernador Bordet en su asunción dijo que el Estado no permitirá el fracking en la cartografía provincial y protegerá los recursos naturales. En contraposición a la postura de Sergio Urribarri que hizo aprobar, en 2010,  la Ley  de hidrocarburos, para promover la exploración y explotación de combustibles no convencionales.

A partir de allí y de la lucha de los activistas se logró que 32 municipios entrerrianos se declaren libres de fracking. El último fue la ciudad de Chajarí donde se  aprobó el proyecto, el 30 de diciembre, la ordenanza que declara su ejido libre de fractura hidráulica.

Desde el anuncio del actual gobierno provincial se debería asumir como política de Estado la obtención de energías renovables que garanticen el desarrollo productivo sostenible, la preservación del agua y el cuidado del Acuífero Guaraní.

El libro Maldesarrollo, es su capítulo séptimo explica en qué consiste la fractura hidráulica: “el tema de la explotación de los hidrocarburos no convencionales con la metodología de la fractura hidráulica, técnica que consiste en el bombeo de fluido (grandes cantidades de agua y sustancias químicas) y arena, a elevada presión, a fin de producir microfracturas en la roca madre que almacena los hidrocarburos.

Los riesgos ambientales de este método de explotación son numerosos y de corto plazo: contaminación de aguas subterráneas y superficiales, lubricación de fallas geológicas que origina movimientos sísmicos, utilización intensiva del territorio, entre otros. Durante los años 2012 y 2013 seguimos con detenimiento la problemática en aquellos territorios en los que avanza la explotación de los hidrocarburos no convencionales, particularmente en las provincias de Neuquén y Río Negro…”

 

NI DÉCADA GANADA NI DÉCADA PERDIDA, SINO DESARROLLO INSUSTENTABLE

Fuera de las antinomias el libro plantea que nuestro país está ubicado frente a un desarrollo insustentable, llamado certeramente modelos de ‘maldesarrollo’:

“Estos modelos presentan en común una matriz extractiva que es necesario analizar en detalle, a la vez que alimentan una dinámica de despojo o desposesión de bienes naturales, de territorios y, por ende, de derechos individuales y colectivos. Todo ello nos impulsa a pensar que la Argentina que hoy tenemos lejos está de ser el producto de una ‘década ganada’, aunque tampoco se trata de una ‘década perdida’. Más sencillamente, lo que hay frente a nosotros es un país hipotecado social, económica y ambientalmente por modelos de desarrollo insustentables o, como hemos decidido llamarlo aquí, por modelos de maldesarrollo”.

 

 

 

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