MALA PRAXIS MÉDICA : Juzgan a 3 médicos en la provincia

JUICIO EN PARANA

En el caso de Paraná, una nena de 5 años llegó al San Roque con un cuadro de meningitis y falleció debido a esa enfermedad en marzo de 2014 y al mal diagnostico del médico  Aldao.

Es que, debido a los síntomas de la enfermedad (cefalea, vómitos, somnoliencia) los padres de la niña la llevaron cuatro veces al hospital materno infantil donde fue al diagnosticada y mal medicada por Aldao.

El Tribunal que juzga a Aldao está presidido por Alejandro Cánepa, la fiscal es Mónica Carmona, y el querellante es el doctor Fontanetto D’Ángelo, en representación de la familia. Por su parte, el imputado está siendo defendido por los doctores Ricardo Mulone y Virginia Folmer.

A lo largo de las audiencias, se juzgará también si hubo déficit en la salud pública ya que, en en el proceso investigativo se constataron irregularidades administrativas y falta de controles que dificultaron la investigación.

La querella, según UNO basa su acusación en los testimonios, la historia clínica y, sobre todo, en una pericia de un médico de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

 

EN GUALEGUAYCHÚ

Segúm cuenta el diario El Dia, el 22 de junio de 2012, una joven madre llevó a su hijo de 18 días de nacido al consultorio de Pediatría del Hospital Manuel Belgrano de Urdinarrain para que la médica pediatra lo diagnosticara. Al revisarlo, la profesional les indicó a la mujer y a la abuela del bebé que el niño presentaba un problema respiratorio. La pediatra le da una medicación y varias señales de alerta para que regresaran en caso que el paciente dejara de tomar la teta o si se agravaba la situación respiratoria.

Durante el resto del día, el bebé reaccionó bien a la medicación, pero el sábado dejó de tomar el pecho y comenzaron a notar que estaba agitado. El abogado querellante, Darío Carrazza, relató lo sucedido posteriormente: “Se lo llevó al hospital, lo atienden en la guardia de una manera muy escueta (Pralong), le hacen una nebulización y la mandan a la madre a la casa con la medicación que le había dado la pediatra. A la noche el bebé empieza ponerse azul en momentos que lloraba mucho, seguía sin tomar la teta y esto alarmó a la familia. Llamaron a la pediatra (que lo había atendido en un primer momento y medicado) pero en ese momento estaba con su hija convulsionando y le dice a la madre que se vaya a la guardia (del Hospital) porque era un caso grave y que la iban a tener que derivar a Neonatología en Gualeguaychú”.

Carrazza contó que para despejar dudas, “una tía de la mamá del bebé llamó al médico de sus hijos, un pediatra que atendía de manera privada y en un centro de salud barrial y le dice exactamente lo mismo, que era un caso grave, que vayan a la Guardia porque los iban a tener que derivar a Gualeguaychú”.

“Ellos concurren a la Guardia y allí lo atiende otra profesional (Marta Charadía) y después de examinarlo un rato largo, de hablar con la madre y la abuela, le diagnostica una otitis y gases intestinales y le dice que le den Factor AG, y que sigan con la medicación de la pediatra. Ellos insistieron y comentaron la charla con los dos pediatras, pero la médica les dijo que se quedaran tranquilas. Fueron a la casa, trataron de dormirlo y después de un rato lograron que se durmiera. Al otro día, a las 7 de la mañana, la abuela se levanta a ver cómo estaba y lo encontró fallecido”, relató el querellante.

Los padres concurrieron con su hijo fallecido al Hospital y les indicaron que se había tratado de una muerte súbita. Este diagnóstico no convenció a los padres porque el niño había concurrido tres veces al nosocomio y presentaba una patología. Ante ello decidieron realizar una denuncia y por consecuencia se ordenó realizar una autopsia para despejar dudas.

El examen forense lo realizó el jefe del servicio Luis Moyano, quien dictaminó que una bronconeumonía había sido causal de una falla multiorgánica y del paro cardiorrespiratorio. “Se concluye que no fue acertado el diagnóstico ni el tratamiento que se le dio al chico”, indicó Carrazza.

Siete años después de este terrible desenlace comenzó el juicio. En las primeras dos audiencias se escuchó el testimonio de la madre del bebé, de la abuela, de una tía, de la médica pediatra que lo atendió y lo diagnosticó, el otro médico pediatra que fue consultado por teléfono y aconsejó el traslado urgente a Gualeguaychú y los médicos forenses que realizaron la autopsia, quienes concluyeron que en el Hospital debieron haberse realizado Rayos X y laboratorios para detectar la neumonía, que según ellos fue la causa de la muerte.

En el medio de estos siete años se realizó el juicio civil y el juez Marcelo Arnolfi falló en favor de la familia, aunque esta sentencia está en proceso de apelación por parte de los demandados. Si bien la sentencia civil no se replica a la sentencia penal, Carrazza destacó el dictamen de Arnolfi que además de establecer la condena indemnizatoria a cargo del Estado provincial, establece en un punto, donde se dirige al Estado, que se establezcan guardias pediátricas en todas las ciudades para que no se repitan este tipo de hechos.

Pralong y Charadía enfrentan una imputación de Homicidio Culposo, por una violación del deber de cuidado de los profesionales. Esta acusación prevé penas que van desde uno a cinco años de prisión e inhabilitación especial para ejercer la profesión de cinco a 10 años. Generalmente, cuando ocurren este tipo de hechos, la Justicia aplica condenas de ejecución condicional menores a los tres años, informó El Día de Gualeguaychú.

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