“Acá estamos tratando de salir de este mal momento que nos toca vivir. ¿Cómo explicarnos? Porque son médicos y juraron salvar vida. Tenemos ahora un bebé muerto y no entendemos por qué. Vimos que tuvo mucha repercusión y hay tapados montones de casos”, indicó Leiva a CN Digital. En tanto, Griselda Solís, la suegra de la joven, indicó que la pareja hizo un sacrificio para “comprar sus cositas”. El bebé se iba a llamar Stefano.
Según atestiguó al bebe se le hacían los controles del corazón y estaban normales. “Era impresionante, era un torito en esa panza”. “Los escuche y me llenaba de felicidad y emoción”, dijo. Pero el sábado fue a la última rutina de control y la enviaron a la casa de nuevo, porque supuestamente todavía faltaba tiempo a pesar de que estaba con fuertes dolores. Ese mismo retornó al nosocomio con una fisura en la bolsa y contracciones. “La dejaron ahí porque tenían que administrarle un antibiótico por dos horas”, sostuvo Solís.
“Cuando llegue, la madre de ella (su nuera) me dice que no daba más que haga algo”, sostuvo. La joven enviaba mensajes por celular a sus padres. Ingresó a la sala de Maternidad preguntando qué estaba pasando y la dejaron pasar pero le indicaron que todo estaba normal. Cuando le preguntó a su nuera como estaba, la respuesta fue que tenía un dolor que era cada vez más fuerte. “Estás teniendo contracciones. Esas son contracciones”, le remarcó. Pero una de las enfermeras le tomó los latidos al bebe y le dijo que estaba bien, y que los dolores eran normales, que debía seguir esperando.
Según indicó Solís, a la 1:30 de la mañana tendría que haber si llevada a la sala de parto a tener él bebe porque ya tenia dilatación. En tanto, Leiva dijo que a esa hora le hicieron una ecografía y entre las enfermeras discrepaban porque una entendía que había poco líquido amniótico. “Vino la Jefa de Guardián dijo que había poco líquido amniótico ‘¿Qué están haciendo? Siempre pasa lo mismo’ y se fueron. No volvieron más. Si ellos vieron que había poco líquido, tenían que hacer algo”, remarcó.
Pero a las 4:30 de la mañana, cuando volvieron a realizar los controles, con los ojos llenos de lágrimas, Solís recordó que su nuera le dijo que él bebe ya no tenía pulso. “Como le van a decir que está sin vida y no hicieron algo para llevarla rápido a sacarte a esa criatura, a salvarle la vida”, indicó. Según indicó, bajó las escaleras y no encontró a ningún médico a esa hora.
Después de eso “la llevaron a parir, cosa que tendrían que haber hecho a las 10 de la noche, la acostaron en la camilla”, indicó Solís. Sin embargo, cuando su hijo ingresó, vio que estaban dando una clase de parto a los médicos residentes. “Lo sacaron como un muñeco y se lo dieron para que lo vista, era como que no era nada para ellos. Ella como pudo lo vistió. Y se fueron todos”, indicó. Incluso, sostuvo que debió ayudar a su nuera a bajar de la camilla de Maternidad. “Se fueron, desaparecieron y cuando llegue mi nieto estaba al lado de las cajas sin vida, lloraba y le decía que por favor se despierte, que no me deje ahí. No había nadie ahí, era un desierto” , rememoró la mujer con lágrimas en los ojos.
