Maduro evaluó que "los Estados Unidos quieren impedir que en Latinoamérica continúen los gobiernos progresistas y revolucionarios elegidos democráticamente para bienestar de los derechos fundamentales del pueblo".
El jefe de Estado sostuvo que la destitución de Dilma constituye un "golpe contra Sudamérica" y una amenaza "a la Celac, Unasur, y a todos los movimientos sociales y políticos que han creído en un proceso de inclusión en la región".
Maduro indicó que su gobierno seguirá muy de cerca la situación de Brasil porque "sabemos que esto va a afectar el sistema de relaciones sudamericano y latinoamericano".
"Nosotros asumimos la presidencia del Mercosur dentro de un mes y esa cumbre tiene que hacerse aquí en Venezuela. Esto va a afectar sin lugar a dudas, así que estaremos evaluando paso por paso, coordinando con gobiernos de América Latina, del Caribe, a nivel de países No Alineados, a todos los niveles", aseveró.