Para esto, y con el reloj apremiando, ambos responsables tendrán que sumar la máxima cantidad posible de empresas fabricantes de productos alimenticios, bebidas y de consumo masivo (de todo tipo y tamaño) y fundamentalmente a los hoy chúcaros supermercadistas. Estos son, en estos tiempos, los que más se oponen a la ampliación de estos acuerdos. Fundamentalmente en el ítem que refiere a la responsabilidad de garantizar la existencia en tiempo forma y cantidad de los bienes que los potenciales consumidores verán en los listados del revival de los Precios Cuidados. Habrá que ver durante este fin de semana y el próximo lunes y martes, los argumentos que Peña y Sica utilizan para sumar definitivamente a los supermercadistas.
Las deliberaciones son arduas y empresa por empresa. Según comentó un funcionario se estaba discutiendo hasta el día en que se van a llevar a cabo los anuncios. Peña pretende lograr ciertas garantías de parte de los privados de que van a tener disponible la oferta al público a lo largo del programa, para que no entorpezca la campaña electoral. Para las empresas es complicado firmar ese compromiso porque la mayor o menor disponibilidad de productos en muchos casos no depende de ellas, sino de la cadena. Por caso, se registra actualmente escasez de leche fluida por cuestiones coyunturales, que según explicó hace unos días el secretario de Agroindustria, Miguel Etchevhere, se debe al período de lactancia de las vacas.
La actual lista de Precios Cuidados con 566 productos es de enero y vence el próximo 6 de mayo. La negociación pasa también por el nuevo plazo y el aumento de precios que en promedio tendrá la canasta. La última vez se concedió un incremento de 4,6% con relación a los valores que había en setiembre. Si la nueva canasta comenzara a regir en mayo, se analiza mantenerla hasta noviembre, cuando termine el período electoral.
Los tiempos corren para el gobierno. El martes se va a conocer el índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo, que superará el 3,5%. El anuncio de una especie de “enfriamiento” de precios al día siguiente serviría para compensar el mal trago.
Junto con ello, se aspira a revivir el plan Ahora 12, el programa de cuotas fijas que en algún momento sirvió para estimular el consumo. Si bien es cierto que bajo el contexto de aumento de precios los consumidores procuran no recargar sus tarjetas de crédito, siempre resulta atrayente la idea de recurrir a cuotas, aunque el costo financiero total resulte más caro. Ahora 12 (con sus variantes como Ahora 18) vence el próximo 30 de abril. La Cámara Argentina de Comercio (CAC) le envío la semana pasada una carta al ministro de la Producción para que se renueve el programa.