“Macarros de la moral”

Una encuesta solicitada por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires sobre la implementación de la Educación Sexual en las escuelas que se iniciará en todo el territorio de Capital Federal a partir del año 2007, es categórica a la hora de conocer la opinión del ciudadano común, de los docentes y hacia donde apunta el interés de los chicos, en rigor, los principales beneficiarios de ese programa.
Esa encuesta (difundida este jueves) dice que el 95 % de los consultados considera falso que la Educación Sexual formal en las escuelas promueva la iniciación sexual precoz (uno de los argumentos preferidos de los macarros de la moral), además, 8 de cada 10 docentes aseguran que la educación sexual previene los embarazos y la maternidad adolescente y el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Solo el 2,2 % de los padres consultados rechaza la Educación Sexual en las escuelas, asimismo, el 96 % de los docentes reconoce no haber tenido problemas por haber dado contenidos de Educación Sexual en clase. Un dato contundente a la hora de valorar el acierto de la medida es que el 53 % de los docentes reconocieron haber recibido demandas de sus alumnos sobre contenidos de educación sexual. Los chicos quieren saber sobre “anatomía y fisiología del aparato reproductor, conocimiento y cuidado del cuerpo, métodos anticonceptivos y prevención de enfermedades de transmisión sexual. En otras palabras, reclaman conocimiento en el lugar que corresponde : la escuela.
La implementación de esta materia ocurrirá en todo el territorio de la capital del país, pero es dable decir que a nivel nacional acaba de ser aprobada una ley que obliga a implementar en todo el país la educación sexual en las escuelas.
Desde hace años, sectores de la derecha más conservadora y recalcitrante de la provincia hacen lobby para impedir que ciudadanos y ciudadanas de Entre Ríos puedan gozar y acceder a derechos y beneficios consagrados en nuestra constitución o en las leyes y/o respetados en otros lugares del país. Todos derechos relacionados a la libertad de conciencia y a los de la mujer como son : ligadura de trompas, recepción gratuita de anticonceptivos, abortos en casos extremos, etc. o la vasectomía, eutanasia, etc.
Es en esa misma dirección que la jerarquía católica viene presionando para impedir o en su defecto desvirtuar el inicio del programa de Educación Sexual en las escuelas desde temprana edad (Jardines de infantes hasta terciarios).
Aunque buena parte de la sociedad no lo perciba, el daño que hacen al conocimiento, a la salud psíquica y física, al desarrollo de una mentalidad sana y liberada de prejuicios (por solo señalar algunos de los perjuicios ocasionados), es brutal. Se trata, aunque encubiertas, de prohibiciones lisas y llanas en las que el Estado (por lo menos el Estado entrerriano) es cómplice.
Los macarras de la moral como los denomina el “Nano” Serrat en una canción que lleva ese nombre, suelen trabajar con el miedo de mucha pobre gente y con la ignorancia, le temen a la libertad, a ser interpelados, prefieren y bregan por la verticalidad, necesitan que sus órdenes sean acatadas sin discusión. Saben que en un clima de libertad, pierden.
Al revés de ellos, quienes no tienen compromisos con esos poderes fácticos, quienes representan la mayoría silenciosa retratada por reconocidos encuestadores, deben, con la ayuda de medios de comunicación dispuestos a promover este tipo de opiniones, alentar cambios, salir del atraso, impedir que sectores minúsculos aunque poderosos, sigan saliéndose con la suya. No existen sociedades democráticas en las que el oscurantismo maneje desde bambalinas las políticas de Estado.

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