Tras la reunión, Maulión destacó que “más allá de las razones que puedan aparecer justificando el aborto, lo que está en juego acá es la muerte de una criatura indefensa”, expresó en declaraciones a LT 14, para agregar que esta acción “es el núcleo de la cuestión: una persona indefensa que requiere del cuidado de los suyos, de su familia y de la sociedad”.
El arzobispo consideró que la expresión “interrumpir el embarazo” es muy elegante pero oculta la realidad de un hecho: “es la anulación de una persona”.
En este sentido, el arzobispo habló de la necesidad “del compromiso y del llamado a la defensa de la vida y de las personas”. Dijo que “hay un derecho fundamental garantizado por nuestra Constitución, y si hay un conflicto con lo establecido y con lo que puede establecer un código penal, esto no anula que toda persona tiene derecho a la vida”.
