La marcha incluyó la vuelta a la manzana que ocupa en forma completa el Hospital Heras, con sus dos alas y el sector central. En algunas ventanas se asomaban los familiares de los pacientes para saber quienes eran los que entonaban cánticos en contra del cierre y aplaudían simultáneamente. Una vez concretado el abrazo; vecinos, sindicalistas y militantes del MTL y la FTV se concentraron en el estacionamiento y entonaron a capella el himno nacional. En esta oportunidad, no hubo oradores.
Jorge López, vecinalista del barrio María Goretti, indicó que no quieren que el Heras y el Carrillo se transformen en una sala de primeros auxilios. También se refirió a las declaraciones de los ministros de Gobierno y Salud, Sergio Urribarri y Graciela Degani respectivamente, quienes, en un encuentro con dirigentes de ATE, plantearon que se va a realizar relevamiento ante escribano público “para garantizar que lo que queda en los hospitales Felipe Heras y Carrillo no se desvíe”. El vecinalista aseguró: “no necesitamos escribanos que registran lo que hay dentro del hospital. Necesitamos médicos para que atiendan. Los escribanos los guarden para que lo registren a ellos para ver lo que tienen cuando entra y cuando salen”.
“El hospital va a seguir funcionando con la guardia, con 40 camas, internación para enfermos crónicos”. López aseguró que las 40 camas que quedarían serán ocupadas con los internos con problemas psiquiátricos que ocupan la sala ocho. “Dicen que va a quedar abierto. Sí, las puertas van a quedar abiertas pero sin nada adentro”, expresó.
El vecinalista aseguró que el traslado del Heras no concierne únicamente a los vecinos de la zona sur. “Es un problema de salud de la ciudad. No te olvides que vos estás abriendo 220 camas y cerrando 300. Hay un déficit de 80 camas ¿Quién va a lucrar con esas 80 camas que restan?”.
En realidad, desde el Hospital Masvernat informaron que habrá 269 camas de internación para adultos y niños. Sumando la cantidad de plazas existente en el Heras, 250, a las del Carillo, aproximadamente 50; hoy ambos nosocomios poseen cerca de 300 camas. Si estas se cierran y sólo quedan en pie las 269 del hospital nuevo, habrá un déficit de 30 plazas.
La solución, para López, es “afectar el 5 % de los excedentes de la Cafesg y con eso pueden seguir manteniendo el presupuesto de estos dos hospitales y seguir abiertos los 3 hospitales”.
Gladis Tribulatti, concejal del Nuevo Espacio, dijo que los dos hospitales son “absolutamente necesarios más allá que se pueda contar con el Masvernat en buenas condiciones”. Leandro Pozzi, militante del MTL, aseguró que en una ciudad con un “70 % de desocupación y un 50 % de indigencia, lo cual potencia la necesidad, la demanda de salud. Es necesario contar con los tres hospitales. Paraná cuenta con más de tres, si bien es cierto que tiene una población mayor. En vez de potenciar la oferta de salud, va a haber un retroceso. Si los recursos no están, tienen la obligación de generarlos”.
El secretario general de ATE, Miguel Pelandino, también estuvo presente en el abrazo solidario. “Tuvimos una asamblea con los trabajadores del hospital Heras y la postura sigue siendo la misma, la continuidad de los dos hospitales”, expresó. Pelandino evocó una promesa de campaña del gobernador Busti, quien prometió que ambos nosocomios continuarían funcionando como tales. “Pero sabemos que hay servicios que por la complejidad se van a tener que ir. No podemos estar en contra que la gente pueda ir un hospital de la complejidad del Masvernat”, expresó.
Luego, Pelandino agregó: “queremos que tenga los servicios esenciales: guardia 24 horas, consultorio, una sala de pediatría, que tenga la atención de todas las patologías. Que no pierda el nivel de hospital 6 que tiene actualmente, al igual que el Carrillo y que el Masvernat sea nivel 8”.
El destino del edificio del Heras
Durante la gestión del ex-gobernador radical, Sergio Montiel, se elaboró un proyecto para el momento que se abriese el hospital Masvernat. Consistía en mantener abierta la guardia para las urgencias y permitir una cierta cantidad de plazas para la internación de enfermos crónicos. Luego se preveía hacer un convenio con el municipio para pueda compartir la atención pediátrica. El municipio vería, en consecuencia, incrementarse su red de 14 centros de salud con un sector del Hospital Heras.
El proyecto incluía la posibilidad de albergar las distintas reparticiones que el gobierno provincial tiene desperdigadas por la ciudad. “De esta manera se evitaría que eso quede vacío y se convierta en un tugurio, en un aguantadero”, dijo el ex-ministro de Salud, Alberto Rotman.
Ese aspecto del problema también se abordó durante el abrazo solidario. José Figueredo, delegado municipal de CTA, expresó que “los vecinos del Heras no se dan cuenta que van a perder el valor de sus casas porque el hospital hoy mantiene vivo todo este sector. Al desaparecer el hospital, el colectivo va a dejar de venir, los taxis ya no van a estar cerca, los remisses tampoco. Cuando nos demos cuenta de eso, va a ser tarde”.