Los vecinos del asentamiento sobre el ferrocarril, dispuestos a defenderse a “capa y espada”

Martínez antiguamente vivía en el barrio Gruta de Lourdes. La última gran inundación que sufrió Concordia fue en 1998. Esa crecida terminó expulsando a cuantiosas familias. “La creciente nos sacó a numerosos vecinos, tanto de allá como de otros barrios”. Martínez se radicó en el lugar hace “8 o 10 años”. “Fui uno de los primeros. Nos fuimos instalando y nos fuimos quedando”, comentó.
Alrededor de 20 o 25 familias viven en la manzana delimitada por calles Pellegrini, Hipólito Irigoyen, Scattini y las vías del ferrocarril. “Cada cual tiene un pedacito de terreno y ha hecho su ranchada y estamos viviendo acá”, dijo. Las casillas precarias, levantadas con maderas y chapas, conviven con los restos diseminados de las instalaciones ferroviarias. Tramos de rieles, vagones abandonados, los esqueletos de los galpones, maquinaria desguazada, pisos de cementos donde se asentaban las instalaciones son algunas de las postales que denotan la antigua actividad que se ejercía en la zona.

Un decreto inesperado

Los vecinos se desayunaron el sábado pasado que los terrenos donde viven fueron donados por el municipio. Según el decreto 348/05, fechado el 4 de abril de 2.005, y firmado por el intendente Juan Carlos Cresto, el secretario de Hacienda Rubén Dri y el secretario de Obras Públicas Juan Carlos González, la municipalidad de Concordia donó la manzana que pertenecía a Vía y Obra a la Unión Obreros y Empleados Municipales (UOEMC), presidida por Antonio Menga, para la construcción de viviendas.
El decreto revela que hay un expediente, el número 898.635 con fecha de 6 de julio de 2.004 en donde la UOEMC solicita la cesión definitiva del terreno ubicado la manzana 10 S y 1 E para la construcción de un complejo habitacional.
El sindicato tiene un plazo no mayor de 2 años para construir las viviendas, en caso de incumplimiento el inmueble volvería a manos municipales. La Dirección de Catastro informa que el inmueble de referencia se registra a nombre de Estado Nacional Argentino, pero hoy en manos municipales por la Ley nacional 25.015/98 publicada en el Boletín Oficial de la Nación.

“Vamos a hacer ranchada”

El delegado aseguró que el decreto: “nos cayó como un balde de agua fría ¿Nosotros que suerte vamos a correr?”, se preguntó. Los vecinos ya habían recibido una advertencia. “A un pibito que esta construyendo con material en la esquina, vino una persona y le dijo que no construya más porque el intendente había donado la tierra al sindicato municipal y que ellos iban a construir. No le dieron bola y después nos enteramos en el diario que esa persona tenía razón”, comentó el vecino.
Martínez luego añadió: “somos todos humildes, somos todos pobres. Vivimos de la pesca, reciclando basura, haciendo ladrillos. No se lo que piensa hacer el señor intendente. Pensará que nos cargará a todos en un camión y nos llevara al campo del Abasto. De ninguna manera nos vamos a ir al Campo del Abasto”. La versión del campo del Abasto surgió de la misma persona que le aconsejó al vecino que dejase de construir.
El delegado vecinal advirtió: “el intendente esta equivocado. Todas las familias estamos pensando que vamos a defender a capa y espada”. Luego añadió: “si nos sacan, vamos a ir a la plaza a hacer ranchada, nos vamos a ir enfrente de la casa del intendente a hacer ranchada o nos vamos a meter acá. Solamente que nos lleven a la cárcel, es la única manera que nos pueden ganar”
Martínez afirmó que, desde un primer momento, comenzaron a hacer gestiones para que se les otorgue el terreno. “Tenemos un montón de papeles que certifican que venimos haciendo gestiones. En su momento, se lo pedimos al senador Alasino y el senador quedó en otorgarlo para los inundados para que nos haga caso. Hasta lo último, se sabía que tenía que pasar por un montón de lugares porque no es fácil la transferencia”.
Mañana, a las 19 hs. en la escuela Nº 66 “Rca. Oriental del Uruguay”, los vecinos se van a reunir dispuestos a trazar una estrategia de defensa ante un posible intento de desalojo. “Están invitados los concejales, el periodismo y desde ya, el intendente Cresto. Si es un ser humano, tiene que escucharnos. Nosotros no somos animales para que diga que nos va a tirar en cualquier lado”, finalizó.

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