“Los tiempos se están extendiendo más de la cuenta”. La frase alude a los plazos para aprobar el proyecto de expropiación de los bienes muebles que pertenecieron al frigorífico de Santa Elena y resumen, a la vez, el motivo de preocupación de los integrantes de la cooperativa de trabajo que propician la reapertura de la planta cárnica.
Hay que recordar que la intención de la Cooperativa de Trabajo de Santa Elena propicia la puesta en marcha progresiva del frigorífico, que se dedicaría especialmente a la fabricación de productor cárnicos enlatados. También contempla el proyecto la habilitación de un matadero, y según los cálculos de los propios trabajadores, la planta generaría en lo inmediato 200 puestos de trabajo, con un crecimiento en 180 días hasta completar los 300 puestos, y los cálculos más optimistas hablan de un segundo crecimiento en variedad de productos que demanden la ocupación de 900 personas.
El gobernador Jorge Busti se había comprometido a pedirle a los legisladores nacionales justicialistas que aprueben la expropiación de las maquinarias que pertenecían al frigorífico y que fueron compradas en subasta pública por el empresario Sergio Taselli. Ocurre que esos elementos son indispensables para la puesta en funcionamiento de la planta, y la intención era que el Estado nacional las compre, para lo cual era necesario sacar una ley del Congreso.
“De alguna manera no se están cumpliendo los tiempos que dio el gobernador Busti para sacar la ley; él habló de que se elevaría el proyecto de expropiación y que a partir de ahí sería fácil lograrlo, pero hoy no tenemos mayores precisiones, se habla poco del tema y los tiempos se han extendido”, dijo el presidente de la Cooperativa de Trabajadores de Santa Elena, Rafael Sagrera, en diálogo con Cronista Digital.
Sagrera se mostró cauto y medido al momento de referirse a las medidas que tomarían, aunque este medio pudo establecer que los ánimos entre los ex trabajadores que apuestan a la reapertura de la planta no es el mejor, al punto que en determinado momento se puso en consideración realizar un corte de ruta en la zona de Santa Elena.
El dirigente de la cooperativa insistió en que urge una respuesta por parte del poder político y lo que esperan es que cuanto antes se apruebe la expropiación de las maquinarias. “Por ahí en el campo político no se tienen los mismos tiempos de quienes tienen la necesidad de contar con un trabajo y no lo tiene”, dijo Sagrera.
Lo que temen los trabajadores es que la aprobación del proyecto de expropiación resulte más difícil de lograr de lo que habían considerado tanto los integrantes de la cooperativa como el propio gobernador Busti. Ocurre que ha corrido la versión de que algunos legisladores nacionales temen que, en caso de aprobarse una ley para Santa Elena se dispare una catarata de proyectos que dependen de los fondos nacionales. Ante esto, desde la cooperativa se acordó hacer hincapié en la responsabilidad que le ha cabido tanto al Estado nacional como al provincial en el cierre de la planta. “Hay una cuestión muy importante que atender y es que el Estado provincial no deja de ser responsable de la privatización y su posterior cierre en un proceso que fue avalado por el Estado nacional”, definió Sagrera.
El dirigente cooperativista se quejó del “silencio cómplice del municipio de Santa Elena”, en manos de Domingo Daniel Rossi, quien también fue intendente en los años en que se privatizó el frigorífico. “Santa Elena ha demostrado que tiene mucha paciencia, pero los dirigentes políticos deben saber que el humor de la gente y la paciencia se está agotando”, definió el entrevistado.