Los tamberos reunidos el miércoles en Córdoba dieron mandato al integrante de la Comisión de Enlace y presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, para impulsar, a partir de la próxima semana, un paro nacional lechero. Durante la deliberación algunos participantes propusieron que la protesta dure diez días.
La modalidad y extensión de la medida será consensuada en la Mesa Nacional de Lechería, que funciona en sintonía con los titulares de las centrales agropecuarias. Se convocará a plegarse, en apoyo de los tamberos, a los productores de granos.
La reunión de unos 300 productores y dirigentes se realizó el miércoles por la tarde frente a los portones de la planta que La Serenísima posee en las afueras de la ciudad de Las Varillas, a 160 kilómetros de esta capital.
Durante casi toda la jornada, desafiando un frío intenso -5 grados- los tamberos impidieron el ingreso y salida de camiones con leche. En el establecimiento operan diariamente unos 40 camiones (transportan entre 600.000 y 800.000 litros).
En paralelo, se conoció que el Gobierno tiene en estudio alternativas para aumentar las compensaciones al sector con el fin de frenar la protesta y dialogar con el agro. Son medidas que aguardan una decisión de la presidenta Cristina Kirchner.
El objetivo sería que, contra los 75 centavos del litro de promedio actual, los productores puedan completar un precio de entre 95 centavos y un peso el litro para cubrir costos. El Gobierno también busca negociar para que la industria se comprometa a realizar un «esfuerzo» y pague más a los tamberos.
Además, y según publica La Nación, el oficialismo tiene decidido, frente a la embestida del campo en el Congreso para buscar soluciones, tomar la iniciativa en ese lugar y consensuar e impulsar una ley para la lechería.
En medio de la protesta, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, recibió también el miércoles a tamberos que siempre respaldaron sus acuerdos de precios. «Moreno está de vuelta, porque la Presidenta le dijo que arregle este problema», confió un asistente a su despacho.
Compensaciones
El 2 de junio pasado, por una gestión de la ministra de la Producción, Débora Giorgi, el Gobierno amplió a más tambos la compensación de 10 centavos el litro que venían recibiendo los establecimientos que producen hasta 3000 litros diarios.
Como quedaban afuera los que superaban ese volumen, llevó el tope hasta los 6000 litros diarios, pero siempre por los primeros 3000 litros. Con ese cambio, según el oficialismo, el dinero por distribuir subió de $30 millones a $45 millones por mes.
Ahora, el Gobierno está estudiando dos alternativas. Por un lado, subir el monto actual de la compensación a un nivel de hasta 10 centavos más por litro, con lo cual la ayuda actual se duplicaría y treparía hasta 20 centavos por litro. Otra opción es incorporar más establecimientos al subsidio actual.
Por otra parte, trascendió que Giorgi y el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, se reunirán con el fin de avanzar en un proyecto de ley para la lechería. Buscarán luego el consenso del sector e intentarán impulsar incentivos y financiamiento.
Protesta
Con relación a la asamblea concretada el miércoles en Las Varillas, frente a las instalaciones que La Serenísima posee en esa localidad, y después de conversaciones con dirigentes y productores en una estación de servicio cercana, Buzzi dijo que llevaba a la Comisión de Enlace la moción aprobada por unanimidad en la asamblea.
Interpretó que ahora cabe que la Mesa de Lechería -en la cual participan representaciones de las entidades de la producción, algunas de la industria y de cuencas lecheras- precise cómo se instrumentará la protesta.
Asimismo, opinó que ésta podía ser por diez días o resolverse un esquema de medidas de prolongación progresiva. «Es un tema a conciliar entre los representantes de la Mesa de Lechería», resumió.
De acuerdo a la fuente mencionada, el paro nacional de tamberos fue la idea que prevaleció. Pero también hubo posturas en favor de mantener el bloqueo a La Serenísima, ampliarlo a otras usinas lácteas o estacionarse nuevamente sobre las rutas, sin cortarlas.
Fuente:Infoprofesional