Las mujeres venían de reunirse la semana anterior con el presidente del bloque de diputados del PJ, Emilio Castrillón, que se había mostrado persuadido a aprobar el proyecto que el 19 de octubre fue girado a la Legislatura por Jorge Busti. El Gobernador envió la iniciativa ese día tras un planteo público de las mujeres para que cumpla con el compromiso asumido con ellas en el mes de mayo. Pero la dirigencia del partido (mayoritariamente masculina) no termina de darle crédito a la posibilidad que en Entre Ríos se apruebe un sistema igual al que rige en la provincial de Córdoba, aprobado en la gestión De la Sota.
Más allá de la buena impresión que le causaron las mujeres a los senadores Juan Ramón Fleitas, Luis Leiva, Héctor Strassera, Teresita Ferrari, Sergio Marsiglia y Hugo Berthet por la “seriedad” del planteo que les expusieron durante las dos horas de encuentro, los legisladores justicialistas ven enredada la viabilidad del planteo de fondo de la propuesta: que se obligue a alternar a varones y mujeres en los cargos electivos y de gabinetes de gobierno.
A los senadores les resulta dificil imaginar que los partidos accedan a proponer un candidato del sexo opuesto al suyo. Eso estipula la ley: los candidatos a senador no pueden ser del mismo sexo que los senadores que se propone reemplazar en cada departamento.
Actualmente, en el Senado hay sólo dos mujeres: la justicialista Teresita Ferrari por Paraná y la radical Graciela Zambón por Federación. Si la ley se aprobara ahora tal cual está, el Senado que empieza su período en 2007 debería estar compuesto por 15 mujeres y 2 varones. El cuadro es francamente inimaginable: en las próximas elecciones provinciales sólo podría haber candidatos varones en Paraná y Federación.