El empresario, tras caminar por la ruta, paró a un remisero y le explicó quién era y en qué situación se encontraba. Luego fue llevado hasta el destacamento policial de Alto Los Cardales donde constataron que Andreola estaba en buenas condiciones de salud.
Tras un rápido paso por la dependencia, fue trasladado a la sede de la División Antisecuestros de la Policía Federal, en Barrio Parque, donde concurrieron algunos de sus familiares. Alrededor de las 5, rodeado por algunos de sus familiares, Andreola ingresó en su casa en el barrio Inglés de Caballito.
Andreola fue capturado el 29 de agosto, minutos antes de la medianoche, cuando un grupo de empresarios del transporte de larga distancia estaba cenando en un quincho de la firma El Rápido San José, que pertenece a la compañía Flechabus, en Río Cuarto 1963, en Barracas.
En medio de la comida, al menos siete hombres entraron al lugar, que está en un galpón de la firma, y con armas amenazaron a todos. Ninguno de los comensales se resistió, por eso la banda estuvo allí sólo 15 minutos.
Los secuestradores, que hasta ese momento parecían una banda de simples ladrones, preguntaron quién era el dueño de un Mini Cooper estacionado en la puerta del galpón.
Andreola, que vende en la Argentina las carrocerías Busscar (de origen brasileño), dijo que era de él y mostró la llave, pero los hombres no fueron al auto, sino que tomaron al empresario por la fuerza y se lo llevaron.
Los dueños de Flechabus, los hermanos Raúl y Guillermo Derudder, y los otros empresarios enseguida hicieron la denuncia en la comisaría 30ª, con jurisdicción en la zona, pero la Policía no pudo alcanzar a la banda.
La hipótesis inicial fue que los secuestradores se equivocaron de persona, ya que Raúl Derudder había vendido dos días antes un Mini Cooper igual al que tiene Andreola.
La sospecha de la confusión de empresario se acentuó cuando los secuestradores se comunicaron para decirle a la familia: «Si no tienen la plata, pídansela a Raúl Derudder.»