Cuando el plenario por la megacausa Área Paraná está llegando a su fin, los represores Cosme Demonte y Jorge Appiani –juzgados por delitos de lesa humanidad– continúan interponiendo recursos dilatorios que son rechazados por la Cámara Federal de Apelaciones de la capital entrerriana.
En los últimos días –se informó a UNO– Demonte sumó dos nuevos reveses de parte de la Cámara y otro más fue para Appiani. Los imputados pretendían la nulidad de todos los trámites de la causa argumentando distintas circunstancias que no fueron tenidas en cuenta por los magistrados Mateo Busaniche, Cintia Gómez y Daniel Edgardo Alonso.
Appiani, en esta ocasión, pretendió que se dictara la “nulidad absoluta de trámites del sumario por afectación de la garantía del juez natural”. Esto fue rechazado por el juez de sentencia, Leandro Ríos, y ratificado por la Cámara en un fallo del 19 de noviembre.
Cuando se realizó la audiencia para presentar los argumentos de su solicitud, Appiani envió un escrito con el abogado Guillermo Retamar cuestionando el modo en que fue notificado de una audiencia que se realizó en julio y reclamando que todas las actuaciones realizadas después de esa instancia fueran anuladas.
Para el fiscal Ricardo Álvarez, se trató de una de las tantas “presentaciones dilatorias que obstaculizan el normal desenvolvimiento de las causas en las que se encuentra involucrado (Appiani)”. Luego los camaristas rechazaron la apelación.
Por otra parte, fue desestimada la apelación de Demonte al rechazo de su solicitud de ejercer la autodefensa “exclusiva y autónoma”. Al expresarse el fiscal Álvarez, recordó que el exhombre de la Policía Federal no es abogado, a diferencia de Appiani, a quién sí se le permitió defenderse a sí mismo.
También insistió el fiscal general en que “el imputado ha manifestado en todo este tiempo, a través de las distintas presentaciones realizadas, una actitud abusiva en el ejercicio de su defensa, entorpeciendo el desarrollo normal del proceso con impugnaciones, generando dilaciones y en ámbitos fronterizos de lo jurídicamente soportable”.
Finalmente la Cámara no hizo lugar a la apelación de Demonte al rechazo del juez de su planteo de apartar de la causa a la querellante Clarisa Sobko, hija del militante desaparecido Pedro Miguel Sobko.
El represor, acusado por los testigos de asesinar en la vía pública a Sobko el 2 de mayo de 1977, pretendía la nulidad de todas las vistas evacuadas, acusaciones formuladas y actos procesales dictados tanto en la instrucción como en el plenario con la intervención de la querellante Clarisa Sobko por supuesta “falta de legitimación activa”, según lo presentado por su defensor Guillermo Retamar.
Entre otros argumentos, el reo cuestionó la identidad de Clarisa y pidió medidas probatorias para determinar su filiación. Álvarez respondió, una vez más, aludiendo a que esto “constituye un nuevo trámite dilatorio del proceso” y mencionó su preocupación por la “proliferación de este tipo de presentaciones”. Además recordó que la filiación cuestionada ya fue acreditada y resuelta por la Justicia provincial hace casi 20 años.
La Cámara rechazó el planteo porque debió interponerse una excepción de falta de acción o falta de personería y sin tener en cuenta los argumentos presentados.