Los que se la robaron toda, los que la recuperan y los costos del cambio

PESCARMONA Y GONZALEZ FRAGA SUS DICHOS

El empresario metalúrgico Enrique Pescarmona puso negro sobre blanco el pensamiento del sector que logró embaucar a millones para captar su voto. Dijo, "el asistencialismo no sirve, es retrógrado. Las chicas de 14 años se preñan y tienen un bebé para que les den unos mangos".

Antes había afirmado algo similar el ex candidato a gobernador de Macri en Santa Fe, Miguel Del Sel, que luego fue embajador de este gobierno en Panamá.

En el medio, el ex candidato radical a Vicepresidente Javier González Fraga lanzó una frase parecida aunque más abarcativa. Dijo “le hiciste creer a un empleado medio que su sueldo servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior".

Completando el combo de empresarios y políticos, la última del diario Clarìn que informaba, bahh, culpaba a la anterior gestión porque con el dinero que tuvieron y antes no, la clase media baja se pudo comprar en 3 años, 5 millones de aires acondicionados para dormir fresquitos en verano  ¡con la planta de ellos! y por si faltara genera problemas al país (o sea a ellos) porque consumen el 25 % del total de la energía disponible.

Por último la pata judicial de la trama que se propone hacer volar derechos elementales para alcanzar una sociedad más justa, apuntan contra la responsable “del saqueo”, la responsable de poner dinero en los bolsillos indebidos.

Los fiscales federales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques la acusan por un "plan sistemático ideado y ejecutado desde la Presidencia de la Nación orientado a saquear las arcas del estado”.

 

EMBAUCADOS POR EL CAMBIO

Millones de argentinos se comieron la píldora. En tiempos de campaña creyeron estar protagonizando una gesta heroica. Habían decidido votar por el cambio. Consumarían así años de un odio inoculado día a día desde las pantallas de TV

El punto es si ese cambio representa las expectativas de esos millones que llegaron a las urnas con esperanza y votaron casi a ojos cerrados y muy desinformados. Millones de ciudadanos creyeron que ese cambio les iba a mejorar la vida, creyeron que el cambio era para lograr un país mejor.

Pasó un año y lo que se ve es, llanto para los más y Champagne y vinos de 1.500 dólares la botella, para los menos.

Los que votaron cambio, tienen cambio. O sea, un cambio que les mejoró sustancialmente la vida a los más ricos, a los que no necesitan estar mejor, los que azuzaban con la consigna “se robaron todo”, los que arremetían contra los que podían estar un poquito mejor.

 

SE ROBARON TODO

Estos números que exponemos aquí, o sea sus ganancias siderales es lo que ellos afirmaban que les habían robado. En rigor, lo que ellos llaman robo era distribución de riqueza.

De hecho en uno de sus informes, el Banco Mundial (insospechado de querer favorecer al kirchnerismo) destacaba que “la clase media en Argentina se duplicó en la última década, destacándose además como el país latinoamericano con el mayor aumento de su clase media como porcentaje de la población total”. En números en la década K, “la clase media aumentó en ese periodo de 9.3 millones a 18.6 millones”.

http://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2012/11/13/argentina-middle-class-grows-50-percent.

En ese mismo informe, el Presidente del Banco Jim Yong Kim indicaba que “el mundo puede aprender de aquellas políticas públicas que aumentaron la riqueza de  millones”.

Nada de lo que hacen ahora hubieran podido hacer en el anterior gobierno, de allí el odio. El cepo no les impedía, pero les dificultaba la fuga de divisas ; tenían que pagar las retenciones a la soja, al resto de los granos y también debían hacerlo las mineras, otro sector favorecido.

Abuelos, varios millones de abuelos que no podrían haberse jubilado nunca porque no tenían los aportes suficientes, no estarían hoy cobrando su jubilación. Tampoco podrían cobrar un ingreso los millones de niños y niñas de la Asignación Universal por Hijo. Toda esa plata salió de un lado ¿ de donde ? sino de las retenciones, que este gobierno ha dejado de cobrarle a los dueños del dinero y que ahora para cubrir ese bache endeuda al país. También de impuestos como ganancias y de obligarlos a mesas de negociaciones paritarias donde debían aumentar los salarios, siempre por encima de la inflación.

 

CONSECUENCIAS DEL CAMBIO

La primera de todas, es la mentira, comprobar que a las palabras lindas se las llevó el viento. A la promesa de Pobraza 0, le siguió que en solo 6 meses las políticas de este gobierno aumentaron en 1,5 millón la cantidad de pobres.

Que en vez de trabajo de calidad como prometían en campaña, lo que hicieron en el gobierno fue provocar despidos calculados en casi medio millón (entre público y privado) y lo que  viene es la flexibilización, no la calidad.

Pero además, la inflación que prometían reducirla apenas asumieran, pasó del 25 % (el dato corresponde a la inflación medida no por el Indec, sino por las consultaras privadas) al 43 % con que terminará este año.

La desocupación pasó del 6,9 % al actual 9,5 % ; la pobreza del 21 al 32 % ; el consumo cayó casi un 10 % ; se cerraron más de 6.000 Pymes incluidas, industrias, comercios, etc. y las exportaciones se desplomaron un 6 % con lo cual, la balanza comercial que durante todo el período kirchnerista fue superavitaria pasó a ser ahora deficitaria.

Por si todos estos datos fueran pocos, este gobierno que acusaba al anterior de un fabuloso déficit fiscal, lo acrecentó de un modo increíble ya que creció en más de un 300 % y que se lo està financiando con una deuda externa que en estos meses aumentò de un modo escandaloso y que se estima en más de 40 mil millones de dólares en este año y que se piensa duplicar el próximo.

Todo esto en el marco de un país que lejos de crecer, ahora sí, retrocede. Mientras el gobierno de CFK dejó un PBI creciendo en 2015 un 2,4 %, en este año de gobierno se estima que la caída será de más del 2,5 % con lo cual estaríamos hablando de que la impericia de los CEOs ha puesto la economía en un tobogán.

Muchos de los desinformados que soñaron con un cambio están viendo como salen de la pesadilla, otros, tercos, no prefieren reconocer su error y por ahora aparecen entre los que eligen el “mentime que me gusta”.

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