“Estamos abocados junto al intendente y a los secretarios y al viceintendente electo a la tarea de nutrir a cada uno de los concejales de los elementos necesarios para trabajar”, señaló. “A veces recibimos mucha gente y no están dadas las condiciones para que esa gente pueda hacer normalmente sus trámites”, señaló.
Además señaló que la necesidad de más espacio es compartida con el Ejecutivo. “El espacio físico dentro del palacio está cada vez más acotado para las oficinas municipales porque se han sumado servicios nuevos que antes no se brindaban”, agregó.
En consecuencia, están buscando alquilar un edificio con muchas dependencias. “Hay varias alternativas dentro del microcentro de manera que los concejales puedan tener fácil acceso al recinto porque va a seguir funcionando dentro del palacio municipal”, dijo Giampaolo. El edil recordó que la sala de sesiones, a diferencia de la mayoría de los Concejos que deliberan en salones reformados, fue construida especialmente para ese fin, con ubicaciones específicas para prensa y público.
“Necesitamos que las oficinas estén cerca por los tendidos de Internet, telefonía, sistema interno de expedientes. No se puede no tener en cuenta esto al momento de trasladarse. No nos podemos ir a cualquier lado”, dijo.
La posibilidad de adquirir el edificio donde antiguamente funcionaba el Banco Hipotecario y posteriormente la AFIP (desde hace más de una década está vacío), está en los planes del Ejecutivo. Giampaolo dijo que además se preservaría un edificio importante y característico de la ciudad. “Bordet en su momento hizo gestiones. No estamos exactamente al tanto de las mismas”, dijo. No obstante, el precio de la propiedad desalentó las expectativas dado que algunas versiones dan cuenta que valdría cerca de US$ 1.000.000.
En la actualidad, las oficinas de los ediles se ubican en un anexo al municipio donde antes funcionaba Salud (conocido antiguamente como el estudio del Dr. Sarli) mientras que otras se ubican en un entrepiso donde estaba la Secretaría de Asuntos Jurídicos y otras en donde funcionaba Tránsito, cuya entrada es un garage sobre calle Urquiza, en la década del 90. “Si bien no compartimos todos el mismo lugar, dentro del mismo edificio estamos mezclados con algunas otras oficinas”, indicó.
Un edil de la oposición criticó off the record la inacción del Ejecutivo para restaurar el primer y segundo piso del antiguo policlínico ferroviario. “Tuvieron cuatro años para ir reparando de a poco el edificio con algunos planes y no hicieron nada”, dijo. De haberse recuperado un piso al menos, habría lugar para las oficinas del Concejo y no debería gastarse dinero en la adquisición o el alquiler de otra propiedad.
En 2004 el municipio adquirió el edificio deshabitado en ese momento para destinarlo a albergar algunas dependencias. No obstante, en la actualidad sólo se utiliza el primer piso del edificio. Los dos pisos superiores siguen clausurados dado el estado de abandono en el que se encuentran. El edificio costó $ 700.000 y sólo la reparación de ambos pisos cuesta más del doble: se presupuestó en $ 1.500.000 hace tres años. El municipio solicitó ayuda económica a la Cafesg para remodelarlos pero las gestiones no prosperaron.
Una iniciativa similar intentó llevarse adelante a principios de la década pasada, cuando el intendente era Hernán Orduna. Inclusive los concejales votaron a favor de la adquisición de una antigua clínica ubicada en calle Roque Saénz Peña, entre Urquiza y Pellegrini. Pero la iniciativa naufragó. Parte del edificio fue demolido para el Casino y la otra parte, en la esquina de Urquiza y Sáenz Peña, está deshabitada dado que se planea construir un edificio en ese lugar.
