La FAA acompaña el pedido de los productores que decidieron a través de una asamblea que van a luchar por la tenencia de las tierras. “Le van a pedir al gobierno que les de la posibilidad de comprarlas con las mismas condiciones” que se les ofreció a la empresa Tres Arroyos SA. “Nosotros lo vamos a acompañar y vamos a estar con los datos del esfuerzo de ellos, de los pagos de arrendamiento que habían hecho hasta hace muy poco tiempo”, expresó Príncipe.
“Nosotros veníamos defendiendo a estos productores hace ya un tiempo”, indicó. Los productores se acercaron a la FAA, la entidad hizo un seguimiento del caso y lo llevó al Congreso de la Nación. Las 50 familias que habitan la estancia fueron conformadas por ex empleados del frigorífico Santa Elena y quedaron sin trabajo cuando fue privatizado en la década del 90. A algunos ex empleados se les ofreció la posibilidad de trabajar las tierras que actualmente están en disputa. Los que aceptaron, comenzaron sembrando pasturas para alimentar vacas u otros animales iniciado un ciclo productivo.
“Esto fue hace 16, 17 años atrás. Ellos tenían un contrato de arrendamiento, lo fueron renovando durante estos 16 años”, indicó el secretario gremial. Pero durante el último gobierno de Jorge Busti, año 2004, se venden las tierras a la empresa Tres Arroyos SA. “Se vende a un precio realmente irrisorio de lo que era el mercado: a $ 1800 la hectárea y con un plazo que llama la atención: 10 años”, indicó Príncipe. De esa manera, Tres Arroyos puede adquirir las tierras abonando cuotas anuales de $ 180 por hectárea cuando el precio de la misma unidad productiva en plaza en ese momento superaba “en tres o cuatro veces ese precio”.
Al año siguiente, los productores tuvieron que hacer frente al primer intento de desalojo. “Lo resistieron y siguieron trabajando en el campo”, manifestó Príncipe. Pero esta semana, la empresa obtuvo una orden judicial de desalojo. “Arremetieron con la Policía que se hizo presente en el lugar, policías que fueron para romper los candados, para ingresar al predio y con una violencia que sorprendió a los productores, tirando gases lacrimógenos, tirando tiros al aire”, dijo Príncipe.
“Los productores vuelven a resistir y vuelven a plantear algo razonable: porque a ellos no se les dio la oportunidad de comprarlos con las mismas condiciones que se les había dado a la empresa”, manifestó el secretario gremial de la FAA.
El gremialista se preguntó por qué la provincia no supo construir un sistema productivo que los ampare y los arraigue a los chacareros en Santa Elena. En cambio, se “produce un intento de desalojo que eventualmente puede conducir al desarraigo de las familias”, manifestó.
“Esto lo venimos denunciando en todo el país”, indicó. De hecho, en el censo 2010 se demuestra que los pueblos de menos de 5000 habitantes han sufrido un descenso de la cantidad de habitantes. “No pasa solamente ahí, en Santa Elena, pasa en Chaco, en Santiago del Estero, en Salta, en Santa Fe. En todas las provincias del norte estamos trabajando permanentemente para frenar desalojos y el éxodo rural que termina yendo a las grandes urbes, en los conurbanos bonaerense, rosarino, cordobés y de yapa vemos como también terminan siendo desalojados de las zonas urbanas”, señaló Príncipe.