Los productores arandaneros advierten que faltan cosecheros

Juan Scordia, presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA), señaló que se trata de “una realidad que la veníamos viendo”, pero admite que en el sector “no pensábamos que estas falta de mano de obra iba a llegar tan rápido”.
Según el dirigente, esta cuadro responde a diversos factores, entre ellos el factor climático, que si bien para otras producciones fue desastroso, para el caso de la fruta azul “fue muy bueno y la cantidad que vamos a producir en la zona es superior a lo que habíamos calculado hasta ahora”.
Con ese incremento en los cálculos estimativos de cosecha, se chocó con el contraste de no conseguir el personal para cumplir con la delicada tarea.
Scordia subrayó que “desde las empresas hacen toda clase de logística, campaña, publicidades, se ponen urnas por kioscos y almacenes en las afuera de Concordia”, pero a pocos días de comenzar la tarea, “no se logra reunir la cantidad de gente que se necesita y e una gran preocupación para el sector, es por eso que se están buscando distintas alternativas”.
Allí explica que “como los productores no pueden conseguir gente, se contratan empresas de servicios que tratan de conseguir gente no sólo de Concordia, sino de otros sectores”; y si bien señala que “los productores tratamos de ocupar la mayor cantidad de gente de Concordia, ya que también nosotros somos de acá”, la realidad demostraría que serían necesario buscar trabajadores en otras ciudades.
Según explica, no se trata solo del hecho de sueldos que no quedarán en la economía local, “sino que el hecho de traer gente de afuera tiene un costo adicional importante. Porque hay que darle vivienda o un lugar para parar, alimentarlos, colectivos de larga distancia, etc”. Toda una serie de gastos que “suman un costo adicional que la actividad no está muy conforme en asumirlo”.

7.000

Así como el año pasado ya era noticia que la cosecha de arándanos superaba la mano de obra que se necesitaba en el citrus para la misma tarea, para la temporada 2007 el dato es que se necesitan 7000 personas para esos tres meses donde la fruta debe ser retirada cuidadosamente de la planta.
Juan Scordia remarca la cifra: “necesitamos 7.000 personas seguro, pero no se consigue”. Señalando que “mucha gente se anota y luego no concurre a la inscripción”. En ese sentido destacó la particularidad de “empresas que se han tomado el trabajo de tomar alumnos de la Facultad, alquilar un Telecentro y llamar a 600 personas”, pero de todos los contactados, solo pudieron conseguirse un 25%, por lo que se sumaron 150 trabajadores. Scordia remarcó a la revista de ASODECO que esta experiencia hablaba “de un manejo muy profesional del productor para tratar de conseguir gente, llamando uno por uno, asumiendo todos los costos que tiene eso. Pero después la gente no concurre, entonces esa es nuestra gran preocupación”.
Cuantitativamente, todavía falta conseguir “alrededor de un 10 o 15%” de los 7.000 necesarios, según especifica el productor.
Vale remarcar que si bien no es un cosuelo, la situación no solo se da en la región de Salto Grande, sino que es un problema que también afecta a los arandaneros del sur de Corrientes.

Panorama

Consultado sobre cuales serían los motivos de esta situación, Scordia afirma que “la verdad es que no sabemos, sinceramente, no sé si la gente no termina de conocer el arándano o es que el gran crecimiento económico ha echo que mucha gente se haya dedicado a la construcción”. Admitiendo que “bien o mal mucha gente a tomado personal y eso ha echo que se vaya reduciendo la posibilidad” de conseguir cosecheros. Y si bien admite que muchos trabajadores de la citricultura luego pasan a los campos de arándanos, destacó que esto no alcanza, por eso “se necesita de mujeres y trabajadores golondrinas”. Contando que “el año pasado han venido y después se van a cosechar cebollas al sur de Bahía Blanca y luego se van a la manzana, son personas que se dedican a realizar este trabajo, no son gente que se vengan a radicar a la zona”, afirmando que ese continuo peregrinar “es importante”.
Como aliciente mencionó que para esta temporada habrá un aumento en los salarios, “que si bien no está confirmado oficialmente, pero se estima que será alrededor de un 24%”. Detallando que con este nuevo cuadro, un cosechero que recién se inicia “va a estar cobrando $45 por día más el incentivo, que cada vez cuando las plantas van creciendo la gente que realmente quiere trabajar y quiere rendir, saca un 20 o 30% más de los que es el básico”. Explicando que “un empleado que vaya con ganas de trabajar y haga rendir el tiempo, sacará entre 1200 y 1300 pesos por mes tranquilamente, y de ahí para arriba”.
Por último apuntó que “con el frío se atrasó un poco la temporada de cosecha”, por lo que algunas empresas “van a arrancar después del 15 o 20 de septiembre y el grueso de la producción arranca en octubre”. Estimando que “estaríamos trabajando todo octubre y terminando a fines de noviembre o los primeros 10 días de diciembre”. Pero “mucha gente queda en la poda, que se extiende hasta mediado o fin de enero”.

La otra campana

Luego de la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación, el Sindicato Obreros de la Fruta será una de las dos entidades que representará gremialmente a los cosechadores del arándano en la región.
Dos días antes del terrible accidente automovilistas que le costara la vida, el Secretario General del mencionado sindicato, Salvador Medina, fue consultado sobre esta falta de trabajadores esgrimidas por los empresarios arandaneros. El dirigente evaluó entonces que por lo que se estaba previendo “de mano de obra, es una gran cosecha la que se viene”. Remarcando que días anteriores “anduve por Corrientes y también están necesitando mano de obra” para la misma producción.
Según Medina, uno de los principales motivos de las vacantes se debe “a que todavía está (sin terminar) la cosecha de citrus”, situación que se revertiría “a mediados de septiembre y principio de octubre”. Lo que representaría que aparecieran 4000 o 5000 potenciales trabajadores mas, pero admitiendo que “aquellos que terminan en octubre ya llegan tarde” y este es uno de los principales escollo. “Para mí la preocupación de los productores es que el arándano no puede esperar 15 o 20 días para que termine el citrus”, según estimaba Medina.

El clima

El titular del Sindicato de la Fruta no creía que por las inclemencias del tiempo “se haya extendido o demorado la cosecha de citrus. Porque hay fechas donde la exportación termina” y en esos casos “requieren más mano de obra para levantar la cosecha con más anticipación, pero estamos mas o menos igual a la fecha del año pasado, en lo que respecta a la terminación del citrus”.
Medina reiteró en la nota los números que le informaron los empresarios arandaneros, afirmando que “son más o menos 7000 trabajadores los que se necesitan para el arándano”. Remarcando que también para el gremio el tiempo es un factor importante en esta temporada, ya que por decisión del Ministerio de Trabajo, los trabajadores que lo deseen podrán pasar de la UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) al sindicato de la fruta. “Afiliaciones que se van a realizar con el primer recibo de cobro”, aclaraba el gremialista, subrayando que “cuando empiece la temporada, (los obreros) tendrán que solicitarle a la empresa a dónde quieren que vayan sus aportes”.
El sindicato de la fruta se ganó la simpatía de los trabajadores del arándano, luego que numerosos reclamos por violaciones a los derechos laborales fueran desoídas por los dirigentes de la UATRE y en cambio habían encontraran eco en el gremio de Medina. Motivo por el cual el sindicato local reclamo para si la representatividad de los cosecheros de la fruta azul.
En quizás sus últimas declaraciones a la prensa, el dirigente reconocía que todavía “nos falta complementar algunos requisitos ante la Secretaría de trabajo”, pero aseguraba que se solucionarán en breve “porque nuestra preocupación es ante la temporada que viene y nuestros compañeros quieren tener algún tipo de respuesta”.
Consultado finalmente sobre una aparente disminución en las denuncias gremiales, Medina no creía que hubiera “disminuido el reclamo de los trabajadores respecto a las condiciones de trabajo, sino que los compañeros se han callado porque no todo tienen respuestas en cuanto al reclamo de sus derechos”. Enumerando que “los reclamos mas comunes son los horarios, los valores de las horas y las condiciones de trabajo. Porque en muchos casos hasta les falta de agua, con días de mucho calor”.

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