
“En esta situación de crisis es complicado. Todo se encarece, seguramente las empresas tendrán sus costos pero el gran problema que tenemos es que los salarios no crecen a la medida de los servicios”, dijo Simonetti.
“Estamos hablando de los trabajadores que están registrados, están pagos por ocho horas, que están arriba de los $ 20.000, $ 25.000. No llegan, salvo algunos con mucha antigüedad que llegan a los $ 30.000. Pero se hace todo cuesta arriba. No es que está solo el transporte”, dijo el secretario general del CEC.
En efecto, hay que puntualizar que se necesitan más de $ 30.000 para acceder a la canasta básica. De hecho, en la ciudad de Buenos Aires, una familia tipo necesitó en septiembre ingresos por encima de los $ 34.712 para no ser pobre. La canasta incluye la posibilidad de asegurar la alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión para una familia de cuatro integrantes.
“Mantener una familia es realmente costoso hoy en día y cada vez el trabajador le rinde menos sus salarios y tiene más complicaciones para llegar a fin de mes”, admitió Simonetti. “En este momento de la economía, aumentar las cosas realmente nos complica enormemente”, señaló.
No todos los empleados viajan en colectivo; en el gremio sostienen que muchos cuenta con movilidad propia. “Hoy en día una motito la tiene cualquiera. O algún autito”, dijo. No obstante, también aparece en escena la familia que debe transportarse. “Hay que llevar a los chicos a la escuela, no pueden irse caminando. La señora tiene que moverse de un lado al otro, para las personas grandes no es fácil andar en una moto. Es un costo más; una complicación más a esta situación de crisis”, explicó.
No obstante, los concejales tienen tiempo para decidir. La concejal Irma Bergalio (PJ) dijo esta mañana que estaba preocupada por el tema. “Es un tema que realmente a nosotros nos preocupa y mucho. Merece un tratamiento profundo. Son muchos los aspectos a tener en cuenta y no hay una decisión tomada respecto de si se va a aumentar o no más allá de la situación que están pasando todas las líneas del transporte urbano de pasajeros”, expresó la edil a Radio Ciudadana (FM 89.7).
Crisis en el sector
Además de que los números no cierran los empleados deben velar por el mantenimiento de las fuentes de trabajo. El sindicalista dijo que hay empresas en situación de cierre o en vías de desaparecer. “Son algunas empresas nacionales que no están acá”, dijo. Por ejemplo, la cadena de electrodomésticos Minicuotas Ribeiro, que cuenta con unos 1.550 empleados y 85 sucursales en todo el país, está cerrando bocas de expendio en diferentes provincias. Pero en Concordia hay una sucursal de Musimundo que viene cerrado decenas de locales en otras provincias. “Estas empresas, como las que hay en Concordia, están teniendo problemas en todo el país. Nosotros tenemos una situación que no es tan grave pero más tarde o más temprano esto llega a todos lados”, acotó.
“Y después tenemos las pymes que están devastadas porque no tiene venta”, dijo Simonetti. De hecho, se hizo eco de las declaraciones del presidente del Centro de Industria de Concordia, Diego Lago, quien mencionó que el pasado fin de semana, Día de la Madre, las ventas disminuyeron, en rubros como ópticas, peluquerías y perfumerías. “Las ventas están cada día más bajas”, dijo Lago.
“Esto obedece a que no hay dinero en el trabajador, en la gente común, que es la que realmente mueve la economía de Concordia. Por eso necesitamos que realmente esto pueda cambiar. Que los trabajadores puedan levantar su poder adquisitivo y tener más seguridad en el trabajo. Para eso se necesitan cambiar las reglas de juego vigentes y eso solo lo puede hacer un nuevo gobierno a partir del 10 de diciembre”, acotó el gremialista.
Ayer el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, recorría la peatonal en compañía del senador Alfredo De Angeli, el ex candidato a gobernador Atilio Benedetti y el presidente de CTM, Roberto Niez. Si la caminata se hubiera extendido hacia calles como Corrientes, entre Urquiza y Entre Ríos, hubieran podido apreciar la cantidad de comercios cerrados como efecto directo del modelo económico vigente. De todas formas, en mayor o menor medida, los carteles de “alquiler” se pueden encontrar por todos lados
“Creo que este gobierno no encontró la salida ni la tiene tampoco. Hace un tiempo nos decían que por este camino tenemos que seguir. ¿Cuánto tiempo más vamos a aguantar? Si pasamos un año más así, los comercios no van a estar más y los trabajadores van a estar en la calle. ¿Y de que van a trabajar? De los emprendedores que hablan. Vemos muchos en las grandes ciudades, son muchísimos, son gente que anda en bicicleta que lleva pedidos de comida, pizzas, como lo dicen en la TV nacional. Pero ese es un empleo que no tiene ninguna garantía, no tiene jubilación, no tiene ART, obra social. No tienen nada. Es magro lo que le pagan. Trabajan porque tienen que subsistir, pero creo que este gobierno ha fallado con esta cuestión. Nos hablaban de empleo de calidad. ¿Qué empleo de calidad si han despedido, nosotros lo vemos en el comercio, de hace cuatro años a esta parte, un 30 %? Y ese empleado se ha precarizado. No tienen la salida, necesitamos otro programa económico que realmente empiecen a mover la economía que por lo menos podamos volver a trabajar, volver a tener seguridad en el empleo y a recuperar el salario que es lo que necesitan los trabajadores”, sostuvo Simonetti.