Luego de recibir un par de contraofertas más desde el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) que fueron “superiores a las anteriores pero que siguieron siendo malas”, según explicó en la asamblea el secretario general de la Asociación de Obreros y Empleados Municipales (AOEM), Mario Barberán, los empleados del Municipio decidieron continuar con las medidas de fuerza: a las 72 horas de paro que finalizan este sábado a las 0 se le sumarán otras 72 a partir de ese momento, llegando hasta las 0 del martes.
Ese día, precisamente, es cuando se comprometió Schepens a recibir a la Unión de Organizaciones Municipales por primera vez desde su asunción, y a pesar del durísimo y polémico conflicto.
La adhesión a la huelga con asistencia a los lugares de trabajo, de más del 95 por ciento, es una clara muestra del profundo malestar de los trabajadores, que en varias ocasiones durante la multitudinaria asamblea pidieron medidas aún más duras, ante el descreimiento a las promesas y compromisos de la gestión scelzista.
Sin embargo, decidieron aceptar la convocatoria que recibió la Comisión Directiva, con mediación de la viceintendente y presidente del Concejo Deliberante, Ana María Díaz; y del edil y empleado municipal, Juan Tato Scelzi. “Ese día se trabajará en forma normal, pero con la expectativa de lo que suceda en la audiencia a fines de resolver los pasos a seguir”, advirtieron desde la AOEM.
El martes había sido la última oferta oficial, en la que el DEM -para cumplir el convenio firmado en abril de pasar al salario básico los 350 pesos remunerativos no bonificables (en negro)- lo haría en cuotas y de acuerdo a las categorías, a pesar de que debía hacerlo completamente en julio. Esto fue considerado como “una burla” por el titular del sindicato, Mario Barberán.
