Los mercados y el citrus: cambiar o desaparecer

“Hemos perdido 10.000 hectáreas y vamos a seguir perdiendo en contraposición a lo que está sucediendo en otros lugares donde el citrus crece a pasos agigantados como Federación o el sur de Corrientes”, indicó.
El año pasado iniciaron un trabajo en conjunto con la Asociación de Citricultores, el INTA, el Senasa y los municipios del departamento. El diagnóstico es que el sector atraviesa una pérdida de competitividad debido a que los valores de comercialización son insuficientes para cubrir los costos de producción y los pagos de los salarios. La respuesta para el sector no pasa por una devaluación. “Creemos en la política económica del gobierno nacional por lo tanto una devaluación está fuera de nuestra agenda”, dijo Loggio.
Por el contrario, planteó la posibilidad de incrementar la productividad. En tal sentido, mencionó que la productividad promedio en el departamento es de 20 toneladas por hectárea. En cambio, los productores de Sudáfrica sacan 60 toneladas/hectárea. “Podemos hacer un muestreo por el mundo, en el norte de África en Marruecos, en Israel, España o en California y sacan 60, 70, 80 toneladas por hectárea”, indicó. “No es imposible, en Concordia hoy se está haciendo”, dijo en referencia a Ayuí y al INTA que lleva a cabo una experiencia piloto en algunos lotes de donde sacan 80 toneladas/hectárea. “Ese es el norte la que hay que ir”, indicó.
Por lo tanto, aseguró que se debe desterrar el concepto de pocas plantas por hectárea o plantas muy grandes por el de alta densidad de plantas por hectárea e implantar el sistema de fertirriego. “La mayoría de los productores sigue con el viejos sistema de esperar que la naturaleza le brinde la humedad”, indicó. En cambio, el fertirriego permite brindarle agua y fertilizante a la planta cuando ésta lo necesita. “Se lo lleva el mismo ducto que lleva el agua; se le inyecta el abono”, dijo.
Además indicó que existen muchas variedades de citrus viejas que han quedado de las décadas del 60, 70 y 80. “Hoy no tienen valor en el mercado”, indicó en referencia a la naranja ombligo o la mandarina común. Loggio aseguró que no existe más el concepto de los productores que plantaban sin fijarse en las variedades que producían. “Hoy deben adecuarse a las demandas del mercado. El gusto del consumidor va variando mucho más rápido”, indicó.
Los métodos actuales de producción permiten cosechar a los tres años. “Históricamente el productor pensaba en cosechar después del quinto año”, dijo. No obstante, Loggio indicó que se necesita relevar cuantos productores están interesados, llenar un formulario con diversos ítems (quinta, variedades, agua, electricidad) y capital para la reconversión. “Estamos pensando en una reconversión por etapas, arrancar con tres o cuatro hectáreas y seguir año a año para que la citricultura vuelva a tener el protagonismo que tuvo antiguamente que nos llevó a ser la Capital Nacional del Citrus”.
La intención es entregar a fines de abril un diagnóstico y una propuesta al gobernador de la provincia para trabajar juntos en la obtención del financiamiento. En el INTA hay un cálculo preliminar que da cuenta de una necesidad de unos $ 20.000 o $ 25.000 por hectárea para la reconversión. “Estamos hablando de créditos a devolver y el productor va a tener que asumir un riesgo patrimonial. Pero estamos hablando de créditos que tengan que ver con la realidad del sector. La amortización es de largo plazo: tiene que haber por lo menos un período de gracia de tres o cuatro años”, indicó.
Loggio indicó que se piensa en el Banco Nación como primera alternativa. “El gobierno ha implementado la línea de créditos del Bicentenario. Sabemos que hay intención del gobierno de ponerle esfuerzo a todas las actividades que requieran mano de obra intensiva y la citricultura es mano de obra intensiva”, señaló.
De acuerdo a datos del Sindicato de la Fruta, en Concordia hay 7.000 afiliados a esa entidad gremial. “Incluso puede habar algunos más en condiciones informales”, indicó. “Y eso que la citricultura está con problemas, imaginate si logramos que recupere protagonismo la actividad, la cantidad de mano de obra que se puede generar”, dijo a manera hipotética el funcionario.
En cambio, descartó que la Cafesg pueda hacer frente a la demanda de recursos que se requieren. “Estamos hablando de muchísimo dinero, son millones. Excede largamente la posibilidad de financiamiento de la Cafesg”, indicó.

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