PERDIO URQUIZA
Cómo lo saben sus seguidores, Busti se cree Urquiza (sí, Justo José) y en estos meses lo repetía bastante más seguido frente a su tropa (gente con más fe que formación), que necesitaba de mucha mística para no abandonarlo. Personas a la que bastaba con decirles que cumplía años el mismo día que el general y como él, había gobernado la provincia durante 3 períodos.
No fue lo peor. Cuánta violencia moral habrán sentido aquellos que leían en las paredes el “Busti Vuelve” remedando aquella potente consigna setentista “Perón Vuelve” que remitía a la lucha contra dictadores más o menos sanguinarios que implicaban cárcel o muerte. Siendo condescendientes podríamos decir que se trató de una consigna premonitoria, la vuelta de Busti, pero a su casa, luego de casi 30 años vivir del Estado. De todos modos, con humor o sin el, en esta época, la frivolidad no atrae votos, lo sabe Mandy Saliva del PRO.
A fuerza de puro cotillón, Busti intentó durante su larga estadía en el poder, repartir millones de estampitas con su cara y aleccionaba a sus seguidores a que las peguen en las heladeras de las doñas y en cada rancho al que entren.
Ocurría así, ese periplo tan extendido hoy de, difundir, difundir, difundir y difundir, hasta penetrar, penetrar y recontrapenetrar. O sea, sus seguidores se terminaban creyendo que era como un santo, como Evita, como Perón, que estaba en el corazón de los pobres. De tanto repetir se lo terminó creyendo hasta él, de lo contrario hubiera sido más cauteloso en sus dichos y actos.
Cotillón puro, obvio, no había hecho nada para merecer tal cosa, sus gobiernos representaron el atraso, la pobreza, la miseria, el subsidio, la dádiva, la proliferación de ñoquis y morraleros, solo hay que recurrir a las estadísticas. Cada vez que se proponía para retornar al poder le recordaba a los empleados públicos que pagaba los sueldos el último día de cada mes. Casi su única obsesión de gobierno según cuentan quienes lo acompañaron durante algunas de sus 5 gestiones.
Por si alguien se quedó sin explicación por los resultados de ayer, aquí tiene una.
Urribarri, que lo conocía mejor que nadie supo que, sin billetera y tratado por la prensa como uno más, sin los privilegios de los que gozó siempre, Busti iba a ir mostrando su verdadero rostro. Así el otrora mandamás debió pedir por favor a los medios a los que él antes les ordenaba a quien dar y a quien no micrófonos y letras de molde. Tomó de su propio remedio
Y llegó el día, el 16%, el tercer lugar, lejísimo del primero, los despertó, los sacó del limbo.
Quedaba atrás la bravuconada, el léxico guerrerista, la utilización impúdica de los símbolos, la difamación y el intento desesperado, en el tramo final de la campaña, de presentar una denuncia penal contra Urribarri, cuyo objeto no era la verdad sino la mugre.
Convendría no olvidarse de estos datos duros :
Cuando se presentaba como la izquierda de la renovación peronista, Busti obtuvo 268.000 votos fue en 1987, un 49 % de votos válidos ; ocho años después y cuando los entrerrianos ya habían visto de que se trataba, lo volvieron a votar, por un porcentaje menor, el 47 %, fue en 1995. De allí pasó al 2003 año en el que obtuvo solo el 44 % de los votos, 267.000. Hasta allí mostraba una significativa pérdida de votos, pero seguía contando con todo el aparato propagandístico y publicitario del partido y de una prensa dócil, además de la ventaja de opositores tibios, con ellos no se portaba mal.
En el medio y mientras gobernó la provincia o la ciudad, Concordia alcanzó los peores índices de pobreza, mortalidad infantil, desnutrición y desocupación entre otras lacras sociales. Durante su mandato (período 1995/99) se produjo uno de los primeros cortes de ruta del país en reclamo de pan y trabajo. En ese corte, el entonces jefe de Gendarmería del Escuadrón 4 Concordia, dijo que era más peligrosa la horda que había llegado a desalojar la ruta (una patota enviada por Busti, integrada por varios homicidas) que los mismos piqueteros. Buchanan, duró poco en el cargo al frente de este escuadrón, lo trasladaron, así entendía Busti el poder. Lo del gendarme no fue ocioso, esa horda estuvo a punto de tirar a uno de los piqueteros al vacío (en el puente del arroyo Yuquerí Chico). Participó junto a Carlos Menem de las privatizaciones y el desguace de los bienes del Estado. Fue el Intendente que menos obra pública ejecutó, era ostensible la cantidad de calles de tierra, la falta de cloacas y agua potable. Para resolver ese agudo problema social, lo designo a Mario Yedro, el famoso “yerbita” condenado luego por enriquecimiento ilícito. Su policía estuvo integrada y comandada por oscuros personajes denunciados por homicidas y por haber formado parte de las fuerzas represivas de la dictadura militar. Durante su primer gobierno tuvo lugar uno de los más extraños asesinatos contra un funcionario político, el conocido caso Calero. Uno de los condenados era oficial de policía cuyo testimonio ha dejado temblando a más de uno. La misma policía que asesinó a varios pobres con caras de expediente, a los que también utilizaba como chivos expiatorios cada vez que necesitaba encontrar culpables que la sociedad reclamaba. La cárcel entrerriana conoce extraños suicidios, entre ellos el del perejil Miguel Angel Lencina cuya triste historia nos remite a la tenebrosidad del poder policial y judicial de esa época. Fue el iniciador de la censura a la prensa, dirigió uno de los casos más emblemáticos y conocidos en la provincia. En su cabeza no existía otra forma de relacionarse con los periodistas y la prensa que, comprarlos, amenazarlos, difamarlos o dejarlos sin trabajo. Fue a su vez un adelantado en materia judicial. Apenas ingresó al gobierno aumentó la cantidad de jueces del Superior Tribunal y ubicó allí a sus amigos y compañeros y quedó con mayoría en el máximo organismo judicial. En los tribunales menores designaba los jueces a dedo y así quedamos. Hay mucho más para decir pero atentaría contra la síntesis.
Ahora, en esta oportunidad, cuando debía mostrar que no necesitaba de aparato para dejar en claro que estaba metido en el “corazón de las doñas y los dones entrerrianos” y que las estampitas seguían en las heladeras y ranchitos, sacó apenas el 16 % de los votos, quedó tercero y con apenas 118.000 votos.
LOS REPRESENTANTES DE LA SOJA
Poco ha quedado del radicalismo alfonsinista y ochentista que emocionó hasta las lágrimas a millones de jóvenes que se sentían protagonistas de cambios profundos. Poco de ese partido que supo sentar en el banquillo de los acusados a dictadores sangrientos mientras fue gobierno y se convirtió en ejemplo de la latinoamérica sufrida y sangrante.
Casi nada del partido que obligó al peronismo a democratizarse o de aquella imagen de presidente que no trepidó en subirse a un púlpito y hacer callar a un cura irrespetuoso que pretendía estar por encima de las instituciones republicanas. Menos aún de aquel valiente presidente que en el territorio hostil de los acreedores del olor a bosta, se les plantó y en plena feria rural les recordó su historia golpista o de quien hizo posible la ley de divorcio. Ricadito fue solo una mala copia.
Lo que se observa es puro conservadurismo, el radicalismo hoy no es más que un conjunto de partidos distritales cuya principal preocupación es impedir que llegue a tal o cual lugar de poder este o aquel correligionario. El único dirigente que supieron catapultar al poder es Sergio Montiel, fuera de él, que logró dos veces la gobernación (1983/87 y 1999/2003) y no dejó el mejor recuerdo, no han sido capaces de generar nada que convoque mayorías.
Desde el 2003 lo único que muestran es una pérdida constante de votos. En ese año y pese a los bonos Federales lograron 205.000 votos, bastantes más que los que obtuvieron cuatro años después, en el 2007, que alcanzaron 170.000 votos. Un dato imposible de soslayar es que, con un padrón mayor sacaron 35.000 votos menos ¿ que cosa hicieron para que la población entendiera que esa dirigencia merecía menos votos que la de los bonos y las muertes ocurridas durante el gobierno de Montiel en la crisis del 2001 que terminó con la fuga en helicóptero del entonces presidente radical, Fernando De la Rua ?. El único respiro lo tuvieron en el 2009 en las elecciones legislativas y, a juzgar por lo que ocurrió el domingo y viene ocurriendo en esta década, solo fue viento de cola.
En este domingo de 2011, apenas alcanzó los 122.000 votos. Nunca tan pocos. Un dato que pone en evidencia que Atilio Benedetti no fue más que el exponente del sector más concentrado de los dueños del campo y la soja que, mientras tuvieron poder y vendieron gato por liebre, pudieron copar el centenario partido.
LOS QUE SE SALVARON : CECCO Y TORRES (UCR)
El caso más emblemático y claro de quienes salvaron la ropa pese a la debacle, es el de Carlos Cecco en Federación que ganó al intendencia con el 48 % de los votos, una verdadera proeza que habla bien y no tanto de ese pueblo. Habla bien porque Cecco fue quien los sacó del pozo y la virtual desaparición en los duros años del menemismo más cruel. Cecco como lo destacamos otras veces, fue un visionario, un corajudo, promotor principal de lo que es hoy Federación. Todo esto no cambia el hecho de que acaba de descubrirse que esta misma persona fue, en su pueblo, un activo participante de los gobiernos de la dictadura militar.
Otro que salvó la ropa y más es el radical y flamante Intendente electo de Federal, Felipe Torres, que terminó imponiéndose a su adversario del FJpV, Eduardo Capurro, por una diferencia de un poco más de 1.100 votos.
Su triunfo no solo significó un golpe para el justicialismo, sino también para el propio radicalismo local. Torres se animó a enfrentar al oficialismo radical de Federal y su triunfo desnudó que las denuncias del senador Arturo Vera, eran puras falsedades que intentaban ocultar que ese pueblo ya estaba cansado tanto de él como de Luchessi que perdió la senaduría frente al peronismo.
Vera recordemos, había denunciado al gobierno provincial de haber mandado a votar a su gente por Torres, http://www.diariojunio.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=46172, en las internas abiertas (PASO). Dijo Vera luego de su derrota de agosto, que fue “un ataque feroz al sistema democrático”. Así de parecido a la Carrió es. Según Vera, muchos de los que votaron a la presidente CFK y a Sergio Urribarri decidieron “sin duda por instrucción de su dirigencia colocar con su voto la boleta del precandidato radical Felipe Torres, razón que lo convirtió en ganador de la interna radical”.
No solo esto, Vera pronostico en agosto la derrota de Torres en octubre, dijo textual “la elección de octubre en Federal ya está perdida pues esos tres mil o más votos justicialistas que depositaron en la urna el voto cortado para intendente en favor de uno de los candidatos del radicalismo, como es natural, en la elección del 23 de octubre, votarán a sus candidatos”.
Con un nivel de patetismo indescifrable, ayer, el mismo Vera que anunciaba en agosto la derrota de octubre dijo textual “como fue oportunamente denunciado antes y después de la elección interna del 14 de agosto el justicialismo de Federal, masivamente intervino en la interna radical supuestamente con el objetivo de debilitar al partido que desde hace 20 años los derrota y continua siendo mayoría en la ciudad. Olvidó la dirigencia justicialista de Federal que la UCR es un partido político y que en definitiva y si bien la impronta personal no es una cuestión menor, los altos intereses partidarios están por encima de los sectores y las personas que los integramos. Razón por la cual la ciudadanía apoyó la propuesta radical, sabiendo los principios que la sustentan”. Ante la imposibilidad de resistir un archivo, acuden a la magia.
El 23 de octubre el único que perdió fue él y su candidato a senador, Carlos Luchessi, el actual intendente. Está clarísimo a quienes no quería más en el poder esa población.
ALGUNAS DE LAS RAREZAS ENTRERRIANAS
La rareza más lacerante para la democracia y la transparencia es el triunfo por cuarta vez de Daniel Domingo Rossi en Santa Elena. Rossi fue condenado por enriquecimiento ilícito y acusado de perseguir y amenazar a periodistas. Rossi fue Vicegobernador de Busti en el período 1987/91 y tres veces intendente de esa ciudad. Desde el inicio de la democracia su impronta fue el cargo público, la justicia, esta justicia entrerriana y en todas las instancias, lo encontró responsable de haberse enriquecido ilícitamente. Apeló y perdió en cada instancia, a pesar de esto, obtuvo un escandaloso triunfo, logró más del 60 % de los votos.
Las otras rarezas están integradas por el triunfo de Berthet en San Salvador y de Mariano Rerbord en Colón, ambos integraban las listas que llevaban a Busti como candidato a gobernador que, en ambos lugares, salió derrotado por un amplio margen.
Párrafo aparte merece Emilio Martínez Garbino uno de los más claros ejemplos de inoperancia política. Fue principal referencia del más serio intento de crear en Entre Ríos una tercera fuerza progresista a la que destruyó en menos de un santiamén. Su falta de norte quedó demostrado en esta elección donde conformó un frente “con todos”, radicales y menemistas entre otros para derrotar al oficialismo, pese a lo cual perdió por amplio margen. En el medio acuso a este gobierno nacional de las peores cosas y se abrazó a De Angeli a quien acompañó entusiastamente en los cortes de ruta que tuvieron en vilo a todo un país durante 100 días.
La historia continúa.