Los empresarios no quieren un plus salarial, pero abren la puerta para negociar por sectores

Otros, en el medio, también advirtieron que puede acelerar el proceso inflacionario. En el medio queda la relación con la CGT y el pacto social, que impulsa el Gobierno.
El CEO de Techint, Luis Betnaza, advirtió sobre el efecto que tiene un aumento de salarios con un dólar “estabilizado” en torno de los 4 pesos. Sus operaciones internacionales hacen que le preocupe la pérdida de la competitividad para su producción. “Cualquier aumento que se otorga se convierte en un aumento en dólares, sobre todo en los bienes transables. Esto puede significar que algunos sectores queden afuera del mercado”, explicó a BAE el directivo de Techint.
En esa línea, Betnaza se inclinó porque las negociaciones sean “caso por caso”. Subrayó: “Habrá sectores que podrán dar un plus. Será necesario ir caso por caso y tendrá que estar atado a la productividad”.
Esos fueron los argumentos que eligió el presidente de Pony (calzado), Guillermo Gotelli, representante de uno de los sectores que terminarán un 2010 con récord de producción. “Todo lo que sea crecimiento de los salarios en dólares va en contra del objetivo del Gobierno, que es conseguir saldos positivos de exportación”, sostuvo Gotelli.
Enrolado en las filas de los exportadores, Gotelli advirtió que las subas generalizadas están motorizadas por los sectores de servicios, que no compiten con el mundo.
Más allá de la postura de Techint, los metalúrgicos no tiene un posición unificada. “Estamos trabajando con el sindicato, pero en otros temas”, se excusó el titular de Adimra, Juan Carlos Lascurain.
Los que no quieren saber nada con un desembolso por única vez para recuperar fueron los titulares de la Cámara de Comercio y la Copal. Dicen que la pauta salarial está por encima de cualquier proyección de inflación oficial o privada.
El titular de la CAC, Carlos de la Vega, recordó que el sector otorgó un aumento del 29% en abril y que no prevén realizar pagos extra. “Es imposible imaginar que de abril a aquí hubo un 30% de inflación. Para el sector este pedido no tiene justificación alguna”, se quejó De la Vega.
En tanto, Daniel Funes de Rioja, de la Copal, advirtió que “las discusiones salariales de este año están claramente por encima de cualquier indice inflacionario”. El directivo de la Copal calificó el pedido como “inadecuado” y dejó sobrevolando el fantasma de la inflación. “Un pedido así alimentaría expectativas que habría que desactivar”, completó.
La posición de los empresarios tiene sus matices. En la otra vereda, más comprensivo de las necesidades de los trabajadores, se ubicó el directivo de la textil TN&Platex, Jorge Sorabilla. “Uno tiene que entender que la plata puede no rendirle a los trabajadores”, sostuvo Sorabilla, y apostó a las negociaciones sectoriales.
Eso sí, Sorabilla aseguró que si el acuerdo no se hace por “productividad” se puede acelerar la inflación. “Hay que hacerlo por productividad, para que el círculo sea virtuoso y no vicioso, que genere inflación”, explicó el directivo de TN&Platex.

Entradas relacionadas