Los 10 empelado de Egger despedidos el viernes se encontraban reclamando en la puerta de la firma desde ese día y junto a sus familias con quema de neumáticos, carpas y banderas. En la mañana de ayer se intentó llegar a un arreglo con los abogados de ambas partes pero no se logró, por lo que los afectados decidieron recrudecer la medida, bloquear el acceso al predio y provocarle así a la empresa un daño económico de enormes dimensiones. “Ellos sintieron fuertemente ese daño y el bloqueo en la entrada, les hicieron muchas multas por la espera de camiones y barcos con mercadería y por eso salieron a negociar con nosotros”, comentó Sergio Mena, otro de los desafectados de Egger.
“Logramos al menos que no sigan despidiendo a nuestros compañeros que sabíamos que había una lista con gente que iba a terminar igual, pero nosotros acá ya no tenemos más nada que hacer. Seguiremos el reclamo vía judicial”, advirtió. “Ellos no van a dar el brazo a torcer y somos nosotros los únicos que nos seguimos perjudicando, nuestros compañeros están atados de pies y manos y tampoco pueden apoyarnos, asi que levantamos la huelga porque las familias están muy mal y cansadas. Al fin de cuentas la empresa nunca va a dejar de hacer los atropellos que hace”, sentenció.
Del mismo modo se expresó Fernández en este medio y agregó que los trabajadores que siguen en la firma están muy amenazados: “Ayer a las 14 era el cambio de guardia y todos nuestros compañeros pasaron cabeza a gachas delante nuestro”, recordó Fernández. “Supimos después que a la tarde hicieron una mesa interna de diálogo sin gremios y ofrecieron una mejora salarial dentro de la planta, un bono de 5 mil pesos a cada operario y también le dieron una obra social paga y mejor servicio. Todo eso para que no apoyen la huelga”, reiteró. “La lucha va a seguir pero desde otro lado y al menos sabemos que el esto va a quedar bien”, concluyó