“Es una medida que ha tomado la conducción nacional del gremio dado que no se han obtenido las respuestas necesarias y suficientes que estaban planteadas en el ministerio de Trabajo hacia las necesidad de recomponer el salario”, señaló De León.
En la medida de fuerza no se haría excepciones de ninguna naturaleza. “Nosotros estamos invitando a que los compañeros tampoco atiendan la parte de jubilados”, indicó el secretario general. No obstante, De León contempló que los empleados contratados podrán atenderlos porque deben trabajar ya que no son parte del convenio colectivo de trabajo del trabajador bancario. “Pero aquellos bancos que trabajan con personal genuino de la empresa estamos invitando a que no se atiendan jubilados porque sino estamos generando operaciones que benefician a la empresa bancaria”, expresó.
Además del personal del Banco Nación y del Nuevo Bersa, De León aseguró que el último paro también fue acatado por empleados del Macro, del Credicoop y en parte del Francés. No obstante, sostuvo que los empleados de todas las entidades deben adherir y el empleador no puede obligarlos a prestar servicios. “No pueden porque estarían atentando contra el derecho a huelga que tiene cualquier trabajador”, precisó. “Las entidades estarían actuando de la misma manera en que se hacían en la época del Proceso imponiendo las condiciones laborales”, señaló.
Por otra parte, descartó que el paro se pueda posponer por una conciliación obligatoria. “Ya está llegando tarde. No está en tiempo y forma como corresponde para frenar esta medida de fuerza. Esto ha sido por la conducción de nuestro gremio precisamente para que se termine con este manoseo que estamos recibiendo desde hace más de 71 días donde estamos sentados a una mes discutiendo el tema salarial y obteniendo respuestas de burlas”, indicó el gremialista.
Mientras las empresas bancarias obtienen “millonarias ganancias”, niegan un aumento del 25 %. El salario mínimo inicial es de $ 1800 y, por ende, el incremento solicitado es de $ 450 para un trabajador que recién se incorpora a la empresa. Como contrapartida, las empresas ofrecieron una suba del 8 % y, una semana más tarde, del 16 %. Luego sostuvieron que no obtuvieron la ganancia suficiente como para dar una respuesta favorable.
“Desde el sector hemos respetado todos los acuerdos que se han firmado y las empresas no lo han hecho dado que hay bancos privados que no están cumpliendo en su totalidad el último acuerdo firmado el año pasado”, indicó el gremialista.