Se trata básicamente de impedir que las quemas en los aserraderos continúen afectando la salud de habitantes de Mocoretá. Este proyecto, que obtuvo el primer premio en la feria de ciencias local, será presentado a la Municipalidad, según la información del diario El Litoral (Corrientes).
Quienes habitan en cercanías a los aserraderos de Mocoretá, una zona conocida como el barrio industrial, deben sortear diferentes problemas de salud cuando se incrementan las quemas. Es que cuando las empresas incineran los restos de madera, el humo que invade las viviendas provocaría no sólo afecciones en el sistema respiratorio sino además erupciones en la piel. Para evitar que esto continúe sucediendo, alumnas de un Colegio Secundario realizó una investigación sobre el tema y una de las soluciones que plantean es la instalación de un biodigestor. Un sistema que no requiere una gran inversión y permite obtener gas, electricidad y réditos económicos.
Esta propuesta surgió de un trabajo de investigación denominado “una historia que se escribe con humo” desarrollado por las alumnas de quinto año de la Escuela Secundaria “Gregoria Matorras de San Martín, Gisela Zanoni, Yanina Silvero, Rocío Mujica, Cynthia Treisz y Soledad Coullerí. El trabajo final, que incluyó tres alternativas de solución, fue presentado días atrás en la Feria de Ciencias local, en la que obtuvo el primer premio dándoles el pase a la competencia de nivel zonal.
Pero más allá de los resultados obtenidos en el evento educativo, según lo señalado por Mujica a El Litoral, pretenden que las personas que habitan en los alrededores de los aserraderos, área conocida como barrio industrial, puedan tener una mejor calidad de vida. Refiriéndose en este punto a que en la Sala de Atención Sanitaria de Mocoretá asisten un gran número de vecinos con afecciones respiratorias y erupciones en la piel. “Nos contaron que en el período que se incrementan las quemas, también se elevan las consultas médicas”, señaló Mujica.
Si bien para solucionar este problema que poseen en una zona donde existen unas 100 viviendas, las alumnas presentaron tres propuestas, la más factible es la construcción de un biodigestor. Esto consiste en un sistema que puede tener distintas configuraciones: alargado, en forma de gusano o en forma de saco y es de fácil instalación. Básicamente el proceso consiste en colocar residuos orgánicos, que en el caso de Mocoretá sería aserrín e inclusive desechos orgánicos, los cuales después de un tiempo de tratamiento generarían gas o electricidad.
Con sólo obtener estos productos, la Municipalidad podría obtener ventajas económicas. A esto además se sumaría que Mocoretá estaría en condiciones de calificar para los “Bonos de Carbono del Mecanismo de Desarrollo Limpio”, que traería dinero extra a la Comuna.
Cabe destacar que el primer biodigestor comunitario en el país, fue inaugurado en el 2002 en una localidad santafesina, mientras que en la actualidad existen en funcionamiento un gran número de estos sistemas en el territorio nacional. Mocoretá podría sumarse a esta alternativa que evita los efectos nocivos de las quemas en los aserraderos.