LOS DUEÑOS DE LA TIERRA EN ENTRE RÍOS

El dato censal anterior databa de 2002. De acuerdo al relevamiento realizado en 2018 se pudo observar que de las 206 millones de hectáreas relevadas a nivel país, 57 millones están en manos de apenas el 1 %

El dato surgía después de cotejar que 206 millones de has. pertenecen a 250.881 Explotaciones Agropecuarias (EAP) y 57 millones de ellas están en manos de menos de 2.500 parcelas. 

En el caso de Entre Ríos la situación se presentó aún peor ya que, según el pormenorizado cotejo de DIARIOJUNIO, de las casi 5.300.000 has, pertenecientes a 13.774 EAP, casi 2,5 millones (la mitad) pertenecen a apenas 700 propietarios. Es decir que poco más del 5 % del total, son los dueños de la tierra. 

En la otra punta, más de 7.000 familias apenas superan el 10 % de esa cantidad. Otro dato apabullante es que en Entre Ríos se pasó de tener 21.577 explotaciones en 2002 a las actuales 13.774 EAP. 

 

Entre Ríos: Mucha tierra, pocos dueños

En Entre Ríos de poco más de 5 millones de has., 3,3 millones son explotadas por sus dueños y 1,6 millón arrendadas, el resto pertenecen a sucesiones, aparcerías, comodatos, etc.

En cuanto a quienes son los dueños de la tierra en esta provincia, el Censo 2018 da cuenta que, los propietarios que cuentan con más de 20.000 has son apenas 12; los que tienen entre 10 y 20 mil has son 18 y entre 7.500 y 10.000 solo 17.

En otras palabras, 47 familias concentran 800 mil hectáreas.

El punto es que 700 familias entrerrianas o sociedades, concentran casi la mitad de toda la superficie implantada, el resto, o sea la otra mitad se divide entre 13.000 propietarios.

En la otra punta, es decir entre aquellos entrerrianos que menos tienen y que comienzan a contabilizarse desde los que apenas cuentan con 5 hectáreas, los datos encontrados fueron estos: más de 300.000 hectáreas pertenecen a poco más de 7.300 productores.

En su informe, Gastaldi expresaba “como se observa, no es una expresión ideológica decir que el campo y la tierra en la provincia y el país están en pocas manos; no es extravagante decir que hay poquitos (47 familias) que tienen casi un millón de hectáreas, contra 7.000 familias que apenas llegan al tercio de esa cantidad.” y se preguntaba entonces “¿Cómo es posible que tengan los mismos intereses los 30 propietarios que concentran casi 700.000 has con los 7.000 propietarios que no llegan a tener ni la mitad de esa cantidad?” A lo que sin respuesta aparente el periodista decía que se trataba de “un enigma sólo descifrable desde la sociología, no de la economía.”

EL CENSO AGROPECUARIO 2018 : CONTRASTES

Este Censo, vale destacar, fue presentado en el microcine del Palacio de Hacienda, estuvo encabezado por el ministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza; el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Miguel Etchevehere; y el director del INDEC, Jorge Todesca.

El entrerriano Etchevehere debió reconocer que “Pasaron 16 años del último censo y nuestro país era otro; la producción y el campo eran otros”.

Entre 2002 y 2018 desapareció el 25,5 % de las explotaciones agropecuarias. Y, si se compara con el censo de 1988, en sólo treinta años desapareció el 41,5 % de las chacras.

Y en el caso de Entre Ríos puntualmente, se pasó de tener 21.577 explotaciones en 2002 a las actuales 13.774 EAP.

El colega Darío Aranda de Página 12 consultó a Nahuel Levaggi, de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), quien afirmó que el censo muestra “el resultado de un modelo agropecuario que atraviesa los distintos gobiernos, un modelo que concentra la tierra, dominado por multinacionales de semillas, y es la muestra del capitalismo en su máxima expresión”.

Y a Jorge Frías productor agroecológico en su chacra “La tierra sin mal”, en Puerto Tirol (Chaco). Recuerda que el modelo prioriza los cultivos extensivos (soja, maíz, girasol, caña de azúcar y, por otro lado, monocultivo de árboles), que avanzaron sobre regiones de campesinos e indígenas. “Es un modelo que no produce alimentos para nuestra población. Es un modelo que vacía el campo de gente. Hace años que alertamos de las graves consecuencias productivas, ambientales y sociales”, afirma. El censo precisó que solo en el 46 por ciento de explotaciones los productores viven en el campo. Y detalló que existen 75.193 viviendas deshabitadas.

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El informe presentado por DIARIOJUNIO, en enero de este año, pone sobre relieve una problemática sensible y de debate urgente en una provincia todavía muy desindustrializada y cuya principal actividad sigue siendo la agricultura y la ganadería.

La realidad y las exigencias del mundo actual, la pandemia de coronavirus, el hambre y la pobreza, exigen que de una buena vez se ponga en debate el modelo de agronegocios y que se discuta la tierra para qué y para quién.

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