Los docentes perdieron un tercio del salario real que percibían en la década del 90

La primera audiencia de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) con el gobernador Sergio Urribarri, el 26 de diciembre pasado, sirvió para acordar un cronograma de reuniones, pero además en esa oportunidad el Poder Ejecutivo asumió el compromiso de presentar, antes de fin de mes, una oferta en materia salarial.
En 2007, esa discusión no pudo cerrarse: el año concluyó con un mínimo garantizado de bolsillo de 1.108 pesos, lejos de los 2.400 pesos que pedían los maestros.
Lo que ya se sabe es lo que se invertirá en infraestructura escolar, en el marco del denominado Plan Verano: poco más de 6 millones de pesos para atender las “emergencias” edilicias.
De acuerdo a lo que anunció el gobernador Urribarri el 7 del actual, se trata de la puesta a punto de 83 escuelas, en dos etapas. La primera comprende una inversión de 3,5 millones de pesos; en la segunda, otros 2,5 millones de pesos. Ambas, se espera, estarán concluidas antes del 3 de marzo.
Lo que todavía no se conoce es qué oferta salarial presentará el Gobierno. “El Gobernador se comprometió a iniciar un proceso de negociación que contemple la necesaria inversión en salario y en infraestructura, para generar condiciones que permitan iniciar el ciclo lectivo como corresponde”, dijo Sergio Elizar, secretario general de Agmer, luego de aquel primero encuentro de diciembre.
No obstante hasta ahora nada se sabe, dicen en Agmer, respecto de qué sucederá con la discusión del salario docente de cara a 2008. “Va transcurriendo el mes de enero y vamos comprobando de a poco que la reunión de fin de 2007 entre el Gobierno y nuestros representantes docentes fue sólo para salir del momento. En aquella reunión se prometió el Gobierno a implementar una política que tienda al blanqueo y a la recomposición en sueldo básico, pero no se han tomado los recaudos para ello. Es evidente que con el Presupuesto educativo aprobado para el año 2008, sólo serán posibles reuniones para pasar el rato, dado que no podrá salir de ellas ninguna solución en el marco presupuestario preestablecido”, dice un informe que suscriben los dirigentes uruguayenses Luis Alberto Fernández y Víctor Hugo Hutt, miembros de la comisión del salario de Agmer provincial.
En el sindicato docente dicen que el Poder Ejecutivo “debería haber presentado ya un proyecto de reforma del presupuesto educativo, con la utilización de fondos que existen en nuestra provincia, pero nada de ello ocurrió”. Así las cosas, aseveran, otra vez la zozobra sobrevuela sobre el sistema educativo, con la posibilidad de nuevos conflictos gremiales, por cuanto presupuesto educativo para este año ronda los 1.100 millones, una “actualización” de lo destinado en 2007. Y subrayan que “sólo para alcanzar un sueldo básico de $ 1.000 es necesario que se sumen 650 millones de pesos al presupuesto anual y estamos convencidos que ese presupuesto es fácil de lograr”.
El Presupuesto actual, añaden, “no contemplaría, por ejemplo, el crecimiento del sistema educativo en función de la Ley Nacional de Educación, lo que nos muestra lo lejos que estamos de que se solucione el conflicto. Este blanqueo del salario docente, y por ende el cumplimiento de las leyes laborales vigentes, produciría una inyección, sólo del sector docente, de 33 millones anuales a nuestra obra social, actualmente en crisis debido a la política salarial en negro”.
En ese contexto, Hutt y Fernández destacan que la caída del salario real de los maestros. “Nuestro poder de compra y de satisfacción de necesidades empeora cada vez que nos disponemos a realizar compras”, afirman, y puntualizan: “La situación actual de los trabajadores de la educación es profundamente peor que durante la década del ’90, momento en que se decidió fomentar la privatización del sistema educativo y abandonar el rol del Estado”.
El estudio compara la evolución del salario docente en relación al dólar. Así, destacan que “a fines de la década del ’90 un maestro tenía un salario inicial de 380 dólares; y actualmente, el salario inicial es de 329 dólares. El sueldo básico era de 204 dólares y actualmente es de 152 dólares”, es decir, una depreciación del 34 %.
Esa situación, añaden, se agudiza teniendo en cuenta varias cuestiones. “En el camino se ha producido una devaluación internacional del dólar, el proceso de achatamiento generado intencionalmente por la política salarial impuesta hace que actualmente no sólo el salario inicial tenga esos valores, sino también los demás salarios. Hoy no solamente quien ingresa cobra una base inicial, sino que también este salario es percibido con muy pequeñas variaciones por docentes con 9 años de antigüedad”.
Es decir, plantean, “en la década del ’90 un docente podía aspirar a duplicar su salario por antigüedad o ascenso en un 120 % y hoy sólo puede aspirar a mejorar un 40 % en toda su escala de antigüedad y lo mismo sucede en caso de ascenso. El deterioro salarial es evidente”.
Para el gremio, junto a la depreciación del salario se plantea un desmejoramiento de las condiciones edilicias de las escuelas, por lo cual, aseguran, “indefectiblemente el conflicto está presente”.

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