“Si no quieren acceder al pago, tendrán que soportar el juicio que los empleados tienen derecho a hacer”, advirtió posteriormente el secretario general. Los problemas para comunicarse hicieron dificultoso el diálogo entre el asiático y los integrantes del gremio. “Nosotros habíamos querido hablar con el dueño, que no es fácil porque no contesta, siempre tiene que tener un interlocutor al lado. El respondía: ‘yo pagar todo’”, dijo Simonetti, en referencia a Xué.
Pero, a su vez, el abogado contratado por el dueño de “Super Center” manifestaba desconocimiento acerca de la situación laboral de los empleados. “Yo no sé cuanto ganan, ni lo que trabajan”, le manifestó el letrado a los dirigentes del CEC.
Cuatro trabajadores de “Super Center” fueron despedidos el viernes pasado. Denunciaron que debían trabajar 11 horas diarias, pero cobraban $ 416 y en su recibo de sueldo figuraban sólo 4 horas. Además, uno de los despedidos hizo una denuncia porque recibió una agresión física de uno de los propietarios del supermercado. Además, no tenían cobertura de salud, a pesar que les hacían los descuentos, y tampoco eran cubiertos por una ART.
Desde el gremio le advirtieron al dueño de la boca de expendio ubicada en calle Laprida que no van a permitir que los próximos trabajadores que puedan tomar estén bajo el mismo régimen.
Simonetti expresó que la misma situación se respira en el otro supermercado propiedad del asiático que controla “Super Center”. “Están todos amenazados; si alguien habla va a ser despedido”, expresó a FM 100 de la Concordia. Desde el gremio, estiman que ambos supermercados tienen 20 empleados contratados.
Por su parte, Giles ratificó que la DPT ha realizado inspecciones a los locales asiáticos, pero no han podido constatar ninguna irregularidad. “Tenemos un grave problema; la gente, para preservar su fuente de trabajo, se banca y firma cualquier cosa, hasta que esto explota, hasta que la gente no da más”, indicó al programa “Despertá con nosotros” (FM Activa).
Si las planillas requeridas por las autoridades para acreditar la situación irregular están firmadas correctamente, judicialmente no hay posibilidades. “Lo único que sirve es el control de la documentación que uno tiene a mano. La sola mención que un empleado trabaja 10 u 11 horas sin documentación respaldatoria, no sirve para nada”, sostuvo Giles.
El CEC se había reunido la semana pasada con el abogado de la empresa, Gonzalo Cantallops, les prometió que los empleados iban a cumplir el horario y no iban a ser despedidos. “Al viernes siguiente, fueron despedidos seis trabajadores”, informó. Casualmente, fueron quienes habían declarado que ganaban entre $ 350 y $ 500 por trabajar 11 horas. “Vamos a seguir controlando muy de cerca esta situación”, agregó Simonetti, quien aseguró que pedirán colaboración a la Dirección Provincial del Trabajo.
El encargado del área que debe controlar la vigencia de los convenios colectivos de trabajo confirmó que la sobreocupación horaria no es un problema que ataña únicamente a los empleados de los super chinos. “Si usted sale a la tarde del día sábado, encuentra gente que ha declarado que trabaja cuatro horas y resulta que está trabajando el sábado por la noche”, indicó. Como ejemplo, citó que los locales céntricos abren en su totalidad los sábados a la tarde. “El empleado de comercio trabaja con una presión sobre sus espaldas muy grande”, añadió.
Inclusive, la misma problemática se vivencia en otras bocas de expendio. “Tenemos supermercados de otras firmas que trabajan los domingos y no les pagan. Tienen temor de quedarse sin trabajo. Gente con mucha antigüedad en algunos comercios”, expresó.