Los concejales rescindieron el contrato de la empresa a cargo del boliche B612

El expediente señala que “visto el decreto 615/15 y considerando que por el mismo se llama a licitación pública para el uso y la explotación de los galpones y áreas de explanadas situados en la Costanera para el desarrollo de la actividad como gastronomía, espectáculos públicos y guardería náutica”.

Entre los considerandos se señala que se obligaba a la instalación, puesta en funcionamiento, mantenimiento y explotación de guardería náutica. “Debe tener capacidad para guardar 100 embarcaciones deportivas dentro del galpón en la zona cubierta y generar marinas que permitan el amarre de embarcaciones de mayor porte”, se señala.

Además, se obliga a la instalación de marinas flotantes para el ascenso y descenso de personas. Y para la carga y descarga de las embarcaciones se deberá contar con un medio mecánico adecuado hidráulico o eléctrico. Además, se obligaba a brindar el servicio de vigilancia, alarmas y cámaras de seguridad, a dejar constancia en un registro de la salida e ingreso de las embarcaciones, a montar un sistema de comunicación a través de las bandas náuticas y de prevención de incendios.

El 7 de octubre de 2015 se suscribe el contrato de concesión con Adrián Bruffal, representa de Puerto Príncipe SA.  El 3 de agosto de 2016, Bruffal aclara mediante una nota que los trabajos no comenzaron debido a las previsiones de inundación que se registraron desde diciembre de 2015 hasta enero de 2016, realizándose trabajos de limpieza entre enero y marzo y recomenzaron los trabajos en el área afectada en mayo de 2016. Pero el 2 de septiembre de ese año, el coordinador de la secretaria administrativa y técnica de la secretaria de Gobierno emite opinión y manifiesta “la existencia de un desinterés absoluto por parte de la concesionaria en llevar adelante el objetivo de la licitación observando una serie de incumplimientos por parte de la empresa”.

El 18 de septiembre de 2018, la escribana Belkis González junto con la abogada Maria de los Ángeles Petit y Aldo Álvarez, presidente del Ente Costanera, constataron en un acta que en el interior del galpón Nª 1 no hay nada que indique trabajos de instalación de una guardería náutica. Por tanto, no se ha dado cumplimiento a lo acordado en el contacto de concesión. El 8 de octubre de 2018 se dicta una resolución instando a Bruffal a que se presente en la secretaria de Gobierno para que se notifique del labrado del acta.

En la sesión, el concejal Esteban Benítez (UCR) mencionó que ya en 2016 y 2017 se veían situaciones anómalas con respecto al cumplimiento del plan de obras. “Indudablemente esta empresa nunca tuvo la intención de montar en el galpón Nº 1 la guardería náutica, sino que siempre tuvo el objetivo de un boliche bailable”, dijo.

En tanto, la edil Carola Laner (Juntos por el Cambio) recordó que hace tres años se habían opuesto a que los galpones quedasen en manos de la empresa por las irregularidades que ya se observaban. Dijo que ya en 2016 ni el intendente Enrique Cresto ni los concejales pueden desconocer que los incumplimientos ya existían de parte de Miguel Marizza. “A pesar de esos incumplimientos pusimos los galpones en manos de Miguel Marizza”, indicó. “Quienes investigamos el modus operandi que tenía Marizza en Paraná, quien siempre se las ingenia para montar boliches en propiedades del Estado y después fugarse, pusimos como ejemplo cuando la municipalidad de Paraná le cedió la planta potabilizadora de agua, en la Toma Vieja, la convirtió en un boliche y después se fue abandonando la propiedad del estado”, dijo. “Se trasladó a Puerto Nuevo, otra propiedad del Estado, donde ocupo los galpones, levanto otro boliche y dejo todo abandonado”, indicó. En conclusión, en Concordia, “hizo exactamente lo mismo que hizo en Paraná”.

Mas adelante, el presidente del bloque de concejales del PJ, Alberto Armanazqui, dijo que, cuando se quieren hacer cosas por la ciudad, a veces se cometen errores. “Creo que el intendente obró de buena fe en su momento. Todos nos llenamos la boca diciendo que vamos a Tigre o a la zona náutica de la provincia de Buenos Aires o Concepción del Uruguay que tiene un parque náutico muchos más importante que Concordia con guardería”, indicó. “En ese momento había dos opciones. Hacer cuatro confiterías, una en cada cabecera de los galpones. Y estaba ésta otra propuesta mucho más ambiciosa”, añadió.  

A su turno, Magdalena Reta de Urquiza (Juntos por el Cambio) dijo ya en 2016 veían que no se cumplía con el contrato de concesión. Y señaló que el concesionario siempre presentó plan de obras por el galpón Nº2. De ello infirió que había una especie de acuerdo político dado que el galpón Nº 1 lo usaba el municipio para la Expo Navidad o para la Fiesta de la Cerveza.     

Su compañero de bloque, Nicolás Moulins, sostuvo que quienes ocupen las bancas en la próxima gestión tengan en cuenta que el Código de Ordenamiento Urbano no permite que e esa zona funcione un boliche bailable. “Hay que tener en cuenta las innumerables quejas que hemos tenido de los vecinos de la zona por los ruidos provocados por este boliche”, señaló.

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