El edil Heriberto Pezzarini (PJ) mencionó que la razón de la suspensión “fueron los diversos inconvenientes que ha habido hasta la fecha para poner en vigencia la ordenanza”. El más importante, las falencias del Ejecutivo para adecuar la infraestructura que debía hacerse para que la medida tenga realmente ejecutividad. El año pasado, los concejales le habían solicitado al secretario de Obras Públicas, Carlos Varela, que se debían poner en condiciones Gregoria Pérez, Moulins y avenida Córdoba para descargar por allí el tráfico que ingresa por Presidente Illía.
La concejal Gladis Tribulatti (Nuevo Espacio) recordó que una de las causas de la modificación finalmente derogada son los “innumerables accidentes de tránsito y la pérdida de vidas humanas”. Justamente, el Concejo había decidido dejar una sola mano de circulación en Illía luego de que, el 10 de noviembre pasado, María Elena Almirón Quiroga, una adolescente de 13 años, falleciese al ser aplastada por las ruedas de un acoplado en esa avenida. Junto con su hermano, se dirigían a la escuela en bicicleta, cuando un camión aparentemente enganchó la camisa del conductor del rodado y cayeron ambos al suelo, produciéndose de inmediato el fatal desenlace.
La concejal del Nuevo Espacio cuestionó al Ejecutivo porque ha decidido “invertir en otras cosas que no es el reordenamiento de las arterias más cercanas para que se pudiera transitar en la otra mano”. En cambio, el intendente Juan Carlos Cresto “regó las calles céntricas con un asfalto que hoy en día está desprendiéndose por todos lados”. Por lo tanto, manifestó que no estaba a favor ni de la derogación ni de la suspensión. “Lo que tiene que hacer el Ejecutivo es ponerse a trabajar en los meses que le queda para complementar lo que la ordenanza le pedía”, indicó.
Por su parte, el concejal Marcos Wdowiak (bloque Vecinal) se manifestó a favor de la suspensión de la circulación en una sola mano hasta que se terminen los accesos secundarios. Argumentó que no hubo concientización entre los vecinos para cumplir con la ordenanza. “La mayoría de quienes circulan directamente se toman la libertad de circular en sentido contrario porque en un momento funcionó de única mano”, dijo en el recinto.
Asimismo, la concejal Mireya López Bernis (PJ) defendió la decisión que el Concejo tomó en su momento. “Si bien este proyecto lo presenté yo, fue realizado en base a los estudios de hace 10 años. La Dirección de Tránsito desde el año 2000 está pidiendo que Illía sea de una sola mano”, recordó. Pero reconoció que hubo “errores” e “improvisación” para poner en vigencia la ordenanza porque se contemplaban los trabajos previos antes de restringir la circulación en un solo sentido. En consecuencia, acompañó la decisión de suspender la aplicación de la ordenanza.
Quien no estuvo de acuerdo de suspender en forma indefinida la ordenanza fue el concejal Roberto Chabrillón (Todos por Concordia). “Estoy en desacuerdo de darle graciosamente el tiempo y la autoridad para no hacer nada. Creo que habría que ponerle un límite”, sostuvo en la sala. Por lo tanto, propuso concederle seis meses para que ponga en condiciones las arterias paralelas. “Sino estoy seguro que en seis meses van a seguir los accidentes, vamos a seguir sin hacer absolutamente nada”, indicó. Por último, expuso que debería solicitársele a la Cafesg que se haga cargo del asfaltado de Gregoria Pérez
Quien fue aún más allá fue el edil Ricardo Larocca (UCR) quien responsabilizó a Varela por no haber ejecutado los trabajos complementarios y le pidió la renuncia. Además, indicó que el Ejecutivo quiere eximirse de responsabilidad ante alguna desgracia. “Cuando se cruzan un camión y un colectivo, las vidas de los ciclistas o los motociclistas están en serio riesgo. Si hay un accidente, los responsables van a tener nombre”, añadió. Consideró además que los funcionarios responsables no deberían dejar que el municipio se haga cargo de sus falencias y deberían pagar con su “propio pecunio”.
Quien le respondió fue Martín Santana (PJ) quien dijo que ya escuchó en otras oportunidades “pedidos de renuncia de otros funcionarios y todos siguen”. “Así le fue a Cresto”, le retrucó a su vez Larocca, fuera de micrófonos. “Lo que no he visto es una propuesta en concreto, que traigan ideas”, pidió el oficialista al edil radical.
Larocca, a su vez, criticó a sus pares porque no establecieron que planes de acción preventivos se llevarían durante el lapso que Illía vuelva a ser doble mano. “¿Se van a limpiar los montículos de arena en la calzada?, ¿se van a tapar los baches que allí existen?, si queremos que vuelva a ser doble mano, preventivamente hay que hacer esa acción”.
Una propuesta para evitar accidentes partió del propio Santana: pidió mayor personal para Tránsito o facultar a la Policía entrerriana o a la Federal para que controle el tráfico vehicular como ocurre en otras ciudades.
Quien coincidió parcialmente con Larocca fue el concejal oficialista Jorge Ferrera -quien ya no oculta sus diferencias con el resto del bloque porque hoy se dirigió nuevamente de forma irónica al presidente Luis Fonseca y tuvo un entredicho con Pezzarini- porque consideró que hay “responsables”. Uno de ellos es el Director de Tránsito, Roberto Salvador. “Como Director de Tránsito no puede autorizar a hacer una sola mano cuando ni siquiera Obras Públicas sacó el montículo de piedra que hay en Tavella y ruta 4”, sostuvo.
La concejal Mónica Galli (PJ) tomó la palabra como vecina de la zona, según aclaró al comenzar. “Vivo ahí hace 18 años y soy testigo de los accidentes de chiquitos vecinos que me apenaron mucho porque se criaron al lado mío. Veo que los transportistas no respetan nada”, indicó.
Incluso, mencionó que los usuarios del colectivo y quienes ingresen a Concordia deben tomar por calle 2 de Abril, donde “no hay iluminación”, y por Gregoria Pérez, donde: “en tiempos de invierno somos afectados a grandes olas delictivas”.