Los concejales buscan flexibilizar las exigencias para que los colectivos puedan aprobar

El concejal Marcos Wdowiak (Bloque Vecinal) señaló que los integrantes de la Cámara de Transportes “están muy sensibilizados por este tema en virtud de las condiciones que tienen las unidades afectadas al servicio, que no son de las mejores”. Enrique Legarreta, asesor de la Cámara de Transporte Urbano de Pasajeros, dijo días pasados que la verificación en la planta de “Motortest” sería “inviable para las empresas hoy en día porque muchos de los ómnibus que andan hoy no podrían circular más”.
Los miembros de la Cámara lo ratificarán en la reunión del lunes próximo. Los concejales ya están atentos y por ello no aprobaron el proyecto tal como llegó desde el Ejecutivo. En cambio, optarán por reunirse con el encargado de la planta verificadora para establecer “un programa de trabajo que no sea con la totalidad de las exigencias en un primer momento sino para que regularmente vayan mejorando las condiciones técnicas”, dijo el edil vecinal.
Los elementos que serían examinados en una primera etapa serían los atinentes a la seguridad en la circulación de los vehículos como frenos, luces, sistema de dirección y de suspensión, chasis, llantas, neumáticos… “Otras cosas como rotura de vidrios y otras cosas más estéticas que técnicas” quedarían para más adelante, sostuvo Wdowiak.
El concejal añadió que su intención es que las verificaciones no sólo abarque a los colectivos sino también a los remisses. “De acuerdo a la reforma que estamos por hacer nosotros, todos los vehículos afectados al transporte público de pasajeros, en lo cual también entran los remisses deberán hacer la verificación técnica en un taller habilitado por la Dirección de Transportes de la Nación”, expresó.
El Ejecutivo Municipal prefirió dejar en manos de un taller particular la verificación de los micros porque no cuenta con los elementos técnicos ni los recursos humanos suficientes como para realizar un control adecuado. “Lo que queda claro es que las unidades no puede seguir funcionando de la manera que lo están haciendo porque es un peligro potencial para toda la comunidad y una falta de respeto para el usuario que se ve obligado a transportarse en estas unidades que no están, bajo ningún punto de vista, en condiciones de hacerlo como corresponde”, señaló Wdowiak.
En Buenos Aires, la Legislatura sancionó una ley que obliga a los automovilistas a concurrir una vez al año, a partir de 2008, a uno de los cinco centros de verificación que pondrá a disposición el gobierno porteño, según publicó Pagina 12 el 22 de diciembre del año pasado. Además, prevé un régimen de multas para quienes incumplan la norma y la devolución del costo del control, de 60 pesos, para aquellos que cumplan con los plazos y tengan al día el impuesto a la patente. Los automovilistas serán alcanzados por la misma reglamentación que ya afecta a titulares de taxis, camiones, colectivos y remises.
En la Plata se exige la VTV (Verificación Técnica Vehícular) a los colectivos desde hace muchos años y en Santa Fe, según publicó el diario El Ciudadano en agosto pasado, iban a implementar la revisión técnica obligatoria para todos los vehículos particulares radicados en el territorio santafesino porque hasta ahora sólo eran obligatorios para camiones y colectivos.

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