En enero, la Nación declaró el 2011 como «Año del Trabajo Decente, la Salud y Seguridad de los Trabajadores» y aseguró que constituye un objetivo prioritario del gobierno, por lo que considera que es necesario redoblar los esfuerzos para la efectivización de las políticas ya previstas en la normativa laboral.
No obstante, hay quienes no se enteraron del decreto presidencial. La edil acotó que se viene trabajando en el tema desde hace mucho tiempo pero: “lamentablemente todavía tenemos casos de trabajo esclavo y trabajadores escondidos”, señaló. Sbresso hizo referencia al hallazgo de parte de la Dirección Provincial del Trabajo de personal trabajando “en negro” que era escondida en una habitación, detrás de unos bultos para no ser detectados.
El 31 de marzo, en un inmueble de calle Urdinarrain, entre Sarmiento y San Luis, la Dirección del Trabajo hizo una inspección. En ese lugar funciona un depósito donde se distribuye elementos de venta en bijouteries como carteras, etc. “Nos vimos sorprendidos en nuestra buena fe porque cuando ingresamos la primera vez nos dijeron que no tenían personal trabajando; que las tres personas que había en el lugar eran los responsables y eran monotributistas”, dijo José Giles, titular de la Dirección Provincial del Trabajo.
Giles se retiró pero volvió sobre sus pasos momentos después porque no había quedado conforme. “Notaba cierto nerviosismo y me dio lugar a la sospecha”, explicó. Además había realizado otras averiguaciones en la zona y tenía certeza de que había más gente trabajando en el interior. Cuando ingresa, se encuentra con una puerta cerrada con traba. “Adentro estaba la gente escondida”, indicó.
Había nueve trabajadores sin papeles y dos de ellos menores de 18. “Estaban ahí sentados, escondidos detrás de unos bultos”, añadió. En el inmueble había mucha mercadería depositada. Los trabajadores informales debían preparar los bultos para que sean repartidos a distintos comercios. “O sea que la necesidad de la mano de obra para esa gente y el nivel de comercialización era importante”, acotó el funcionario.
“Lo que se trata con esto es de recuperar la dignidad humana”, señaló la concejal. “Ni siquiera estamos hablado de derechos laborales como pueden ser una jornada laboral o el goce de vacaciones”, dijo Sbresso. Además recordó que, al igual que cuando comenzó a trabajar como abogada gremial, se sigue trabajando “para que no se esclavice al prójimo”.
Al mismo tiempo, la titular del bloque señaló que al Concejo no llegó el caso. Y se preguntó si no debería ser derivado a la Justicia Penal. “Acá se está sometiendo a servidumbre a una persona, va contra toda idea de humanidad”, indicó Sbresso. “Realmente es repudiable desde todo punto de vista. De llegar a este Concejo, las medidas serán apoyar todas las actuaciones de la Dirección Provincial del Trabajo”, sostuvo.
Hoy concurrió a la Dirección Provincial del Trabajo el apoderado legal de la distribuidora, quien se comprometió a que el lunes o martes a más tardar presentaría la documentación con el registro de todos los trabajadores. “Inclusive dice tener la autorización de los padres de los dos menores que fueron encontrados trabajando”, señaló Giles aunque aseguró que las actuaciones van a continuar. Una por obstrucción, otra por la presencia de menores y la tercera por la falta de documentación. También pidieron información al municipio para saber si el local estaba habilitado como distribuidora o depósito.
Es la primera vez que Trabajo se topa con un lugar donde hay trabajadores encerrados. Lo más parecido ha sido las fugas que protagonizan los trabajadores rurales en las quintas. “Huyen y se esconden dentro de los árboles”, indicó.
Además, esta semana, la Dirección de Trabajo debió actuar en el lugar donde se está levantando el supermercado Vea. “Había problemas con la gente que habían traído de afuera; no contratan gente del lugar”, indicó Giles.