El Centro de comercio, Industria y Otros Servicios de Concordia dio a conocer un petitorio dirigido al Presidente Néstor Kirchner, al gobernador Jorge Pedro Busti y otras importantes autoridades del ámbito político y judicial tanto a nivel nacional como provincial. La misiva enviada a DIARIOJUNIO expresa lo siguiente:
“Los abajo firmantes, ciudadanos de la región de Salto Grande, en pleno ejercicio de nuestro derecho constitucional a peticionar ante las autoridades, les solicitamos que, en forma urgente, asuman las responsabilidades que les competen, arbitrando los medios necesarios para:
1) Encausar y conducir, mediante acciones que respeten las leyes y el derecho, la lucha de nuestro pueblo en defensa del medio ambiente, hoy en peligro por la radicación de una planta productora de pasta de celulosa en la zona de Fray Bentos.
2) Restablecer, sin recurrir a la violencia, el libre tránsito en el paso fronterizo de Salto Grande, bloqueado por un grupo de vecinos, cuyos fines no cuestionamos, pero que, en abierta violación de las leyes y de los derechos humanos, incurren en la comisión de un delito, dando origen a un creciente y preocupante malestar ciudadano.
Fundamentamos lo anteriormente exigido en las siguientes razones:
a) Vivimos en un país democrático, regido por la Constitución Nacional, en cuyo articulado se asigna la responsabilidad indelegable de gobernar los destinos de la Nación a los representantes elegidos por el pueblo, a la par que se establecen las competencias de los tres poderes republicanos: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
b) Es por ello que, siendo fieles a la Carta Magna que Ustedes han jurado respetar, toda acción en defensa del medio ambiente no puede apartarse del debido respeto a las leyes, así como todo reclamo al vecino país debe ser encabezado por las autoridades electas .
c) Si Ustedes desertan de esta indelegable misión de gobernar, a la par que admiten métodos de acción -como el bloqueo de un paso fronterizo- manifiestamente violatorios de derechos humanos básicos, se hacen cómplices de una evidente y flagrante ruptura del orden institucional y de sus impredecibles consecuencias. Porque a esta altura de los acontecimientos, ya no sólo está en juego el medio ambiente; también lo está la convivencia entre vecinos.
Con toda firmeza y respeto, cumplimos en recordarles que, de no actuar como la Constitución Nacional les ordena hacerlo, serán máximos responsables de cualquier episodio de violencia que llegara a originarse entre una minoría, que comete un delito permitido por Ustedes como forma equivocada de lucha por la vida, y una inmensa mayoría, que somos hoy víctimas directas de dicha acción delictiva y violenta, al impedírsenos el libre tránsito.»