Con 4,5 millones de niños cubiertos, la implementación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) estaría logrando los objetivos que se había trazado en un principio el gobierno nacional, de reducción drástica de la indigencia, cuya tasa cayó más del 50%, según se informa desde la Nación.
Una forma de saber cómo incide la Asignación en la reducción de las cifras de indigencia es averiguar que sucede en los comedores de las escuelas primarias. La directora de la 14, Patricia Vázquez, señaló que después de que terminaron los recuperatorios, la mayor cantidad de chicos que concurrió fue un día que llegaron 30 alumnos de 200 inscriptos. “Se anotaron 200 pero concurren de 23 a 30”, señaló.
Vázquez hace siete años que trabaja en la escuela 14 y aseguró que se trata de una situación infrecuente. Si bien el receso pasado el comedor de la escuela no abrió por problemas edilicios, aseguró que en épocas de crisis acontecidas en veranos anteriores “concurrían muchísimos” alumnos.
¿Mejoró la situación económica de los hogares y por eso no concurren al comedor? “Quiero creer que es eso, si realmente porque hay muchos planes sociales, ayudas, la Asignación Universal. Yo creo que el chico tiene que comer en la casa. Si es por eso, bienvenido sea”, sostuvo.
A la “Coronel Navarro” concurren 850 alumnos y al comedor asisten durante épocas de clases cerca de 400. “De acuerdo a la comida del día es cuando concurren. Si hay pollo o si hay fideo varía. O sea que tampoco hay tanta necesidad. Te das cuenta que cambiaron muchísimo”, expresó Vázquez.
Es más, sostuvo que charlando con la responsable de Comedores Escolares, la ex concejal Irma Bergalio, notaron esa situación en diciembre pasado pero acordaron que era prudente esperar a que transcurra enero. “Tal vez después de las fiestas la familia vuelve a no tener recursos y tal vez se incrementa (la cantidad de comensales en los comedores) pero no, seguimos con los mismos y menos todavía”, sostuvo la directora de la 14.
La contracara se observa en la escuela Nº 34 “Esteban Echeverría”. La directora, Olga Arletaz de Trentín, aseguró que a esta altura de enero “están yendo casi todos los que se anotaron”. Al comedor del establecimiento escolar ubicado en el barrio Nébel acuden entre 150 y 200 alumnos en verano. “Siempre están yendo más de 100”, indicó. Al principio, cuando habían finalizado las clases, “habían dejado de ir algunos pero ya ahora empiezan a volver y continúan así todas las vacaciones hasta que empieza de nuevo el comedor normalmente”.
¿La situación económica de las familias no mejoró en el barrio al punto que sus hijos no pueden dejar de concurrir a la escuela a almorzar? “Hay algunos que sí pero hay una gran mayoría que no, obviamente que no porque sino no irían a la escuela. Son los que concurren siempre durante el año y siguen concurriendo durante las vacaciones”, respondió Trentín.
El Nébel “es un barrio muy humilde y hay chicos con muchas necesidades”, sostuvo la directora. Además, agregó que la inflación actual y el aumento de los precios “a las familias no les alcanza para darles de comer a todos los chicos cuando son muchos en la familia; cuando son familias numerosas. Esos son los chicos que concurren a la escuela”.