Como hace 140 años, la ciudad de las Siete Colinas se llena de alegría cada sábado de carnaval cuando el corso llega para deslumbrar y encantar a los espectadores. Este sábado, unas 16.000 personas participaron de la fiesta en el corsódromo, que se repetirá cada sábado de enero y febrero hasta la celebración de carnaval en marzo.
El intendente Darío Gracilazo resaltó que el pueblo de Victoria “siempre está dispuesto a compartir estas noches de carnaval con los turistas que nos visitan. Tenemos todas las plazas colmadas en la ciudad, estamos a un 100 por ciento en las más de 5.000 plazas que tenemos. Es una temporada que se viene dando de la mejor manera”.
“El turista llega a Victoria a visitar la Abadía del niño Dios, termas, casino, un casco histórico de 200 años que es muy valorado, playas y el carnaval”, destacó Gracilazo, tras aclarar: “Este es un corso participativo de la gente, termina siendo una fiesta divertida donde la comunidad y el turista se integran y pasan una hermosa noche jugando con nieve, tocando algún instrumento, participando de las expresiones”.
Por su parte, Marcel Lujan, directora de Turismo de Victoria, destacó que la ciudad “tiene una importantísima afluencia turística, lo tuvimos durante la primera noche de carnaval y reconfirmamos esa situación. Muy contentos porque el producto carnaval es altamente representativo en lo que tiene que ver con la provincia y los turistas tienen la posibilidad de involucrarse, participar activamente y esa es una cuestión sumamente convocante para quienes nos visitan”.
Además, “la naturaleza, el contacto con el río Paraná, con 376.000 hectáreas de humedales que son el valor más significativo que tiene el departamento Victoria en materia de naturaleza, la cultura, termas, casino, playas, turismo religioso, cultural, rural y opciones de prácticas deportivas, son un importante atractivo”, detalló Luján.
Nelson Guerrero, responsable de productora Fulscreen, organizadores del carnaval por tercer año consecutivo, dijo que “este es un carnaval histórico, que mantiene su esencia y tradición, participativo, donde la gente puede acceder a la pista, puede bailar con los integrantes y fundamentalmente puede jugar con nieve que es algo que a los chicos les gusta mucho”.
Guerrero precisó que participan del desfile 10 expresiones que van desde murgas hasta grandes comparsas, pasando por carrozas tradicionalistas, carrozas chamameceras y humorísticas. “Este carnaval es absolutamente distinto al de Gualeguaychú. Además es el carnaval más histórico de la provincia con 140 años de historia ininterrumpidos y seguimos queriendo mantener esa historia”, subrayó el organizador.
En esta edición de corsos que lleva el nombre de Mario Vechetti, el carrocero fallecido el año pasado y que durante años fue un ícono de la fiesta, no faltan las comparsas El Batuque, Obrigado Batería, Satanú Do Samba y la recientemente creada Olé Olá, que llevarán sus propias batucadas, pasistas y carrozas.
El cierre de cada noche está a cargo de Terror Do Corso, la expresión más libre y abierta del carnaval, creada allá por los años 70 y que desde entonces convoca a todo aquel que desee participar, disfrazado o no, con instrumentos o sin ellos, en una columna humana de varias cuadras que marcha alegremente al son carnestolendo.