Según informes provisorios de Defensa Civil, fueron más de 1000 los árboles caídos por la tormenta en Paraná. Muchos de ellos terminaron arriba de distintos vehículos que estaban estacionados en las calles de la ciudad. También autos y camionetas fueron arrastrados por el agua y se inundaron por completo.
Juan Ignacio Pereyra, propietario de un taller de chapa y pintura ubicado en calle Magallanes, en zona de Don Bosco y Blas Parera, recibió tres autos con daños ocasionados por el temporal cuando apenas había parado de llover.
“En todos los casos, fueron autos rotos por árboles y ramas. Algunos clientes estaban con bronca, pero también con alivio porque no habían resultado lastimados ni ellos ni sus familiares”, comentó a EL DIARIO.
A uno de los vehículos, un Ford Focus, una rama le cayó sobre el parante lateral. El arreglo costará unos 8.000 pesos. Otro de los trabajos será en una camioneta que resultó con el techo y el parabrisas destruidos. El dueño tendrá que desembolsar cerca de 40.000 pesos.
“Son trabajos grandes que requieren mucha mano de obra y a veces muchos repuestos. Hay casos en los que se vio afectada toda la parte superior del vehículo y hay que cambiar el techo completo y el parabrisas. Para hacer estos arreglos, a veces hay que desarmar mucho, ya que es necesario sacar los plásticos y hasta los tapizados para poder reparar”, comentó el mecánico.
Más allá del gasto, los arreglos llevan tiempo. El reemplazo de un techo, por ejemplo, puede significar estar unos dos meses sin auto. Según Pereyra, si se hace un trabajo a conciencia con repuestos originales “el auto queda perfecto”.
Los autos que fueron arrastrados por el agua o que quedaron varados en una bocacalle, por ejemplo, seguramente sufrieron daños en el sistema eléctrico. Este tipo de casos está recibiendo desde el viernes Edgar Trolia en su taller mecánico ubicado en barrio San Agustín.
“La gente empezó a aparecer enseguida después de la tormenta, pero no teníamos luz, así que demoramos un poco en empezar a pasar los presupuestos y arrancar con los trabajos. La mayoría fueron autos que se mojaron, con problemas en la parte electrónica”, comentó Trolia a este medio.
Lo primero que se hace es escanear el sistema con una computadora. Una vez detectadas las fallas, se consiguen los repuestos y se hace el arreglo. “Si se mojaron algunas partes, se cambian sensores y cosas por el estilo y el auto puede estar listo en dos o tres horas. La mano de obra no es más de 400 pesos y los repuestos pueden llegar a costar unos 2.600. El dueño de un VW Suran que vino con un problema de este tipo gastó poco más de 3.000 pesos”, comentó el mecánico.
Se agrava el problema si se moja la computadora central que, según las marcas, está ubicada en distintos lugares del auto. “Los que más llegan con este problema son los Peugeot y los Citroën porque tienen la computadora debajo de la torreta del amortiguador y se moja más fácil, aunque están presurizadas”, señaló.
El consejo para los dueños de autos que fueron arrastrados por el agua o se mojaron por completo es no encenderlos y llevarlos al taller en grúa o que el mecánico vaya hasta el auto y lo escanee para determinar los daños y las fallas.
Laura Albarenque, productora de seguros de Paraná, explicó que solamente las pólizas contra todo riesgo cubren los daños que se pudieron observar el viernes en numerosos vehículos, ya sea por ramas caídas o por el agua y la humedad.
La mayoría de los vehículos que circulan en la ciudad están asegurados contra terceros, robo e incendio. Este tipo de cobertura no alcanza a los daños producidos por un temporal. “Sí puede llegar a cubrir si también abarca destrucción total, si es que el vehículo está dañado en más de un 80%”, indicó.
El productor César Graciani explicó a su turno que hay compañías que calculan el daño total si el arreglo que requiere el auto para quedar bien llega al 80% del valor de mercado. Otras miden determinadas variables y determinan la cobertura si quedó sano menos del 20% del auto.
“Una cobertura básica contra terceros es para los daños que el vehículo asegurado cause a otros. Salvo que la póliza abarque destrucción total y el vehículo esté muy dañado, no hay cobertura. Sí o sí tiene que ser un seguro contra todo riesgo, que puede ser con o sin franquicia a cargo del asegurado”, informó Graciani.
Ambos productores coincidieron en comentar que, tras la tormenta, recibieron también numerosas consultas de personas en busca de asegurar sus casas o ampliar la póliza del auto. “Toman conciencia de que capaz gastando 800 pesos en lugar de 400 por mes, que no es tanta diferencia, se está mucho más cubierto”, advirtió Graciani.