En declaraciones a medios locales, el gremialista se retrotrajo “a los últimos cuatro años de gobierno donde el doctor Bonelli, en aquel entonces director de área, nos trataba de caraduras cuando hacíamos paro”.
Además aseveró que, en estos momentos, “él se ha puesto a la misma altura” y algunos anestesistas “deberían estar agradecidos porque alguna vez el hospital los cobijó cuando la Provincia les pagó becas para que estudien”.
Por su parte, el anestesista Juan Carlos Bonelli, reconociendo el cargo que tenía durante la gestión Montiel, explicó que en aquella oportunidad también se solicitó el capnógrafo que se requiere para poder realizar las cirugías.
Aseguró que el reclamo es “en beneficio de los pacientes y por los nuevos anestesistas para que trabajen con el equipamiento adecuado”. Por ello, respondió que “si a Martínez le toca realizarse alguna anestesia se lo invitará a hacérsela en la mesita de mármol de hace 30 años o en un quirófano en condiciones”.
La preocupación de Martínez Ferrari es qué pasaría si las cirugías programadas se transforman en urgencia y esa persona sufre graves consecuencias o fallece. En ese caso, “los anestesistas se tendrían que hacer cargo, seguramente, por abandono de persona y mala praxis”.
No obstante, se supo que sólo se realizarán las cirugías de urgencia hasta tanto no llegue el capnógrafo requerido a las autoridades hospitalarias.
De todos modos, trascendió que existiría la posibilidad de que hoy o mañana se alquile un capnógrafo, lo que permitiría destrabar el conflicto.
Recordemos que el conflicto se planteó a partir del reclamo de una mesa de anestesia completa o la compra o alquiler de oxicapnógrafo que, según Bonelli, “éste es un planteo que se viene haciendo desde la gestión Montiel, pero nunca hubo una respuesta”.
