Siete testigos, seis hombres y una mujer, coincidieron en todo en la segunda audiencia del juicio. Si bien todos ellos contaron que la relación entre Nahir Galarza y Fernando Pastorizzo era conflictiva, “de idas y vueltas”, concordaron en que la víctima no daba a conocer pormenores, y que todo lo que sabían era por el comportamiento que tenían cuando iban a bailar.
La defensa de José Ostolaza volvió a evidenciar su intención de mostrar a Pastorizzo como una persona violenta. Para ello recurrió solo a los audios de Whatsapp que fueron obtenidos en el secuestro del teléfono celular de Nahir Galarza. Allí se puede escuchar a Fernando Pastorizzo gritando, sacado, enojado, respondiendo de forma descontextualizada a posibles interrogatorios de la joven imputada.
“No te mentí”, grita en uno de los diez audios que le fueron exhibidos a los testigos con el fin de que cada uno de ellos reconociera la voz de su amigo. Es parte de la estrategia que tiene la defensa para instalar la supuesta violencia de género que sufría Nahir para de esta manera convalidar el crimen.
Pero en realidad las declaraciones de los amigos de Fernando fueron contraproducentes para la defensa, porque corroboraron que el joven de 20 años vivía una relación tormentosa a la que trataba de escapar, pero nunca lo pudo hacer por el miedo que le tenía a su novia.
Fernando “tenía miedo”
Manuela Basaldúa, la primera en ingresar a declarar minutos después de las 9, era vecina y amiga de Fernando, al que conoció desde antes que iniciara su relación con Nahir Galarza. Era su confidente, y a pesar de que no tenían un contacto personal asiduo, los diálogos los mantenían a través de las redes sociales.
Ella confirmó que Fernando trataba de terminar la relación con la persona que lo asesinó desde el 2016, pero “tenía miedo a que Nahir hiciera algo contra sí misma”. Fue a Basaldúa a quien habló el 27 de diciembre para contarle el violento episodio que vivió la madrugada de Navidad en la casa de los Galarza, en calle Pronunciamiento, cuando Nahir y su amiga Sol Martínez, lo golpearon sin posibilidad a defenderse.
Así llegó Nahir Galarza al palacio de Tribunales
“Esperaba que eso sirviera para que no lo molestara más”, fue la respuesta que le dio Fernando cuando trató de justificar el episodio. Pero además, le había dicho que no podía contar nada porque Nahir Galarza le había adelantado que “si hablaba ella se iba a poner en lugar de víctima”. Basaldúa también dio otro detalle que tiene relación con el golpe que la imputada adujo haber recibido por parte de Fernando Pastorizzo: “fue jugando al hockey”.
“Él le tenía miedo en ciertas cosas y tenía miedo que ella le contara cosas a su padre porque no sabía cómo iba a reaccionar”, manifestó la testigo en alusión al respeto que le tenía el joven a su suegro policía.
De idas y venidas
Kevin Eckerdt, el segundo testigo en declarar, contó sobre la relación que mantenían los protagonistas de esta crónica: “Él siempre decía que no andaban y después que sí, por eso no se puede definirlo como un noviazgo, aunque si me preguntan, a ella la conocía como la novia”.
Esta es una de las respuestas que la defensa le realizó a cada uno de los testigos, con el fin de poner en crisis la calificación como agravante sobre el vínculo que los unía. Es decir, si no eran novios, Nahir Galarza no puede ser condenada por homicidio calificado por el vínculo, aunque luego deberá batallar sobre las figuras del abuso de armas y alevosía.
Los Ladner
Agustín Ladner, el tercer testigo y último en declarar antes del cuarto intermedio que se realizó durante la mañana, profundizó un poco más sobre la relación de pareja porque era uno de los amigos más cercanos.
“Desde que tengo memoria, sabíamos que estaba con ella”, indicó el joven de 21 años y para responder al interrogante sobre por qué no era común que la integrara al grupo de amigos, Ladner explicó: “nos la ocultaba para que lo agarráramos para el piquete”. También confió que “a Fernando siempre lo perdíamos dentro del boliche” porque apenas ingresaba, Nahir Galarza “lo sacaba”.
Pero fue durante la declaración de este testigo que sucedió un episodio de telenovela. Mientras se escuchaban los audios de Fernando Pastorizzo, totalmente exaltado, gritándole que era “una enferma”, Nahir Galarza se quebró, dándole más realismo al papel de víctima.
Lucas Ladner, hermano de Agustín y el cuarto en declarar ante el Tribunal que preside Mauricio Derudi (acompañado de Alicia Vivian y Arturo Dumón) también confirmó que había una relación de pareja que los unía. “No sé si ponerle el título de novios, pero en Gualeguaychú se sabía que andaban juntos”.
“Ella se comportaba como si Fernando le perteneciera, lo agarraba en el boliche y se lo llevaba, lo apartaba del grupo”, contó el joven de 20 años, y confió que “Fernando estaba cansado” y que “no la cortaba porque supongo que la quería”. Además agregó que la relación que mantenían “no era como cualquier otra” y que después del episodio vivido a la salida del boliche en Navidad, “empezó a tener miedo”.
Primo de Nahir y amigo de Fernando
Cabrera mostro al Tribunal el registro del llamado, de 15 minutos de duración, que le hizo a Nahir el 25 de diciembre a la mañana
La declaración más trascendental de todas llegó en quinto lugar. Juan Manuel Cabrera era el más esperado por todos: fue quien lo auxilió tras los golpes que recibió en Navidad y además de ser amigo íntimo de Fernando Pastorizzo, es primo hermano de Nahir Galarza.
Por su relación de parentesco con la acusada, estaba eximido de declarar, si así lo deseaba. Sin embargo, prefirió contar todo lo que sabía y confirmó que presenció en varias ocasiones las discusiones subidas de tono, cuando ella “venía toda mala, empujando, lo sacaba de donde estábamos y se lo llevaba, supongo que a la casa de ella”. “Eran como novios, pero en secreto”, describió Cabrera.
Este joven de 21 años, vecino de la casa de Fernando Pastorizzo, fue quien lo socorrió tras la golpiza de navidad. Hizo todo el relato de esa noche y narró cómo se enteró de lo sucedido. “Fui corriendo hasta donde estaba él, que venía caminando por calle Urquiza, y cuando me contaba pensé que se había peleado con unos flacos, hasta que me dijo que había sido Nahir y la amiga. Yo la llamé y le dije de todo por cómo lo habían dejado, y ella me dijo que si Fernando hablaba, ella se iba a hacer la víctima”.
Fue en este punto donde el defensor Ostolaza, un poco para amedrentar al testigo, solicitó al tribunal que se evaluara el falso testimonio por las divergencias que supuestamente existían con la declaración en la etapa investigativa. En esa ocasión había dicho que había sido Fernando el que le había dicho que si hablaba “ella se iba a ser la víctima” y no Nahir Galarza. Esto está en análisis del Tribunal.
“Después del 25 de diciembre nos dijo que era la gota que había rebalsado el vaso. Pero la relación siempre había sido así, de día andaban bien y de noche siempre pasaba algo. Ella no quería que se juntara con nadie. Cuando yo los veía algo mal siempre había”, relató cabrera.
“Nahir sabía disparar”
Juan Jara, el penúltimo testigo, otro de los amigos de Pastorizzo, confesó: “yo lo veía a él como que la pasaba mal” y que en más de una ocasión tuvo conocimientos de conflictos verbales y empujones, y hasta la vez que ella le arrojó un vaso de champagne en la cabeza. “Se adueñaba de él en el boliche”, dijo.
Pero el relato más importante que brindó Juan Jara, al que el resto de los testigos señalaron como la persona que logró un acercamiento más íntimo con Fernando, se conoció cuando lo interrogaron sobre el manejo de armas. Descartó de plano esta posibilidad en la víctima, pero trajo a la memoria que una vez su amigo le había contado que Nahir Galarza sabía disparar y que su padre (Marcelo) le había enseñado.
Por último declaró Elio Pereyra. Este joven de 21 años es el que conoce a Fernando desde chicos, “de jardín de infantes”, pero a diferencia del resto se veían más esporádicamente porque tenían grupos de amigos distintos. Fue quien habló sobre la conducta que tenía su amigo arriba de la moto Brava, en la que trasladó a Nahir Galarza hasta su muerte. “Fernando la utilizaba para ir a la escuela, no éramos de andar corriendo, era muy tranquilo conduciendo”. Además agregó que la víctima era una persona muy querida, respetuoso y que nunca lo había visto protagonizar ningún episodio violento.
La tercera audiencia será el jueves desde las 8.30. Para esta jornada se espera escuchar el testimonio de los profesionales en criminalística, investigaciones y otra cantidad de testigos como la amiga de Nahir Galarza que fue señalada por los testigos de ser quien agredió a Fernando Pastorizzo la madrugada de Navidad.